La torre abandonada de la Plaza de Zaragoza se convertirá en clínica felina
Los gatos callejeros serán esterelizados en la antigua posta sanitaria, sin uso durante décadas y donde trabajarán cuatro sanitarios
La clínica descongestionará el Refugio de Benimàmet, que sigue siendo la gran apuesta de la concejalía en lugar del "Hotel" o el Refugio Metropolitano

Moisés Domínguez

Atrapados por el tráfico, tres pequeños edificios, vestigios del pasado, sobreviven en la rotonda de la Plaza de Zaragoza, el espacio en el que confluyen las avenidas del Puerto y de Aragón, que reciben su nombre tanto del Ferrocarril de Aragón como de, obviamente, el Puerto de València. Los edificios estaban relacionados con los procesos de transporte: Aduana, Estibadores y Posta Sanitaria.
Con el puerto ya con instalaciones propias y sin ferrocarril a sus puertas, estas tres mini torres sobrevivieron al proceso urbanístico. Quedaron atrapadas en la rotonda, pero quedaron como testigos de otra época.
Ahora, la última de ellas, más moderna en el tiempo que las dos torres gemelas, va a tener, tras muchos años no tanto de abandono como de usos no rematados, una utilidad. Se pensó en ella como Sala de Control de Tráfico. Y después como laboratorio para la cría de mosquitos -estériles, para el control de plagas-. Pero finalmente ya ha salido a concurso su utilidad definitiva. También dedicado al control sanitario de animales urbanos, pero mucho más grandes.
"Calculamos que a final de año estará funcionando ya" aseguraba el concejal de Bienestar Animal, Juan Carlos Caballero, que ha visitado el inmueble junto al Veterinario Carles Miquel. Estará dedicado al proceso de esterilización de los gatos callejeros, adscritos a las colonias felinas. En lo que se considera un proceso necesario para garantizar el equilibrio de una población gatuna superior a los 15.000 ejemplares.

El edificio está en aceptables condiciones por una reforma previa / Moisés Domínguez

Caballero y Miquel, durante la visita / Moisés Domínguez
Dos plantas de edificio
El inmueble, de dos plantas, está a medio arreglar, puesto que ya se actualizó para ese nonato laboratorio de insectos, pero precisa de una reforma para transformar sus habitaciones en las propias de una clínica: admisión, quirófano, sala de recuperación, aula para impartir charlas, office y oficina, junto con el correspondiente material sanitario. En el exterior se habilitará una zona de carga y descarga para poder acceder con los transportines.
No se quiere establecer una cifra concreta de esterilizaciones anuales -a pleno rendimiento superarían los 3.000, casi el doble que en la actualidad- porque hay numerosas circunstancias que interrumpen el flujo de michinos (malas condiciones meteorológicas, fiestas...), pero lo que sí que se pretende es, por una parte, aumentar el número de operaciones y, por otra, desahogar de prestaciones el Refugio de Benimàmet.
Esa es la otra pata dentro del equilibrio de animales asilvestrados o abandonados "que son dos realidades diferentes" aseguró Caballero. "Esta clínica nos libera de un espacio y un tiempo que se hacía en Benimàmet. Por supuesto, allí seguirá habiendo un espacio sanitario, pero las operaciones de esterilización de gatos que se hacían allí pasan a hacerse aquí".
Inversión en Benimàmet
Caballero apela a la reestructuración de la Protectora de Benimàmet como arma para reequilibrar la situación de los animales abandonados. No está en mente ni el "hotel" diseñado por la anterior corporación municipal ni la de crear un macrocentro metropolitano, sino, de momento, apelar a "la mejora de las condiciones que van a tener perros y gatos allí alojados con la incorporación de un solar de dos mil metros de superficie. Con él, los animales van a tener la posibilidad de moverse, mejorar su agilidad y su sociabilidad. Y con ello, su propio estado de ánimo, lo que va a mejorar sus posibilidades de ser adoptados". Aseguraba en ese sentido que "esto, junto con la profesionalización del servicio, para lo que vamos a invertir cinco millones de euros, va a ser un cambio importante para los animales abandonados".
Los gatos de colonias son, en gran parte, animales soltados por los dueños, ya sea el gato o la gata, ya sea una camada no deseada.

Aspecto exterior del futuro Centro de Esterilización / Ayto Vlc

Imagen retrospectiva, de las torres junto a la Estación Central de Aragón / Asoc. Amigos del Ferrocarril
600 colonias en la ciudad
“València cuenta con unas 600 colonias felinas y el ayuntamiento es el responsable del control poblacional de esos gatos comunitarios. Por ello, desde la Oficina de Bienestar Animal estamos trabajando en el censo de todas las colonias para una planificación de las esterilizaciones que permita la contención de la población de estos animales en la ciudad así como su atención y cuidados de la mano de las colaboradoras y responsables de las colonias, a las que el ayuntamiento les ha dado formación para que conozcan todos los cambios derivados de la nueva ley de bienestar animal”.
Las obras en la antigua posta sanitaria es de 40.000 euros y en la misma trabajarán dos veterinarios a jornada completa y dos auxiliares.
¿Cómo se esteriliza un gato?
La esterilización de gatos bajo el método CER (Captura, Esterilización y Retorno) es una operación que, a fuerza de repetirse, es sencilla. En el caso de los machos aún más, puesto que consiste en quitarle los testículos. La esterilización de la gata consiste en la retirada de ovarios y matriz mediante una incisión de dos centímetros. No se utiliza laparoscopia, sino cirugía "mayor" pero con buenos resultados. Tras un periodo de recuperación, mayor en las hembras, son llevados nuevamente a las colonias. Tanto el concejal como el responsable veterinario aseguraban que nunca va a haber un crecimiento cero de los gatos asilvestrados porque "los hay que ya no se reproducen, pero siempre los hay que se incorporan".
Una gata fértil puede tener dos o tres camadas al año y puede poner en la calle entre 8 y 18 michinos.
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