El ayuntamiento descarta "problemas estructurales" en las primeras inspecciones a las "Casitas Rosas"

Se trata más de un problema de salubridad que otra cosa, apuntan en el ayuntamiento

Las Casitas Rosas de la Malva-rosa.

Las Casitas Rosas de la Malva-rosa. / A.V.

València

Las primeras inspecciones en viviendas de las "casitas rosas" llevadas a cabo por el Ayuntamiento de València, en las que han intervenido la Policía Local y técnicos de Urbanismo, Sanidad y Servicios Sociales, en colaboración también con la asociación Brufol, que trabaja con familias vulnerables del barrio, no han constatado a priori problemas estructurales en las construcciones.

En esta primera inspección, en la que se pudo acceder a media docena de inmuebles se constató, según apuntan fuentes municipales, que a primera vista y a falta de que se redacten los informes, las viviendas "no presentaban problemas estructurales, son construcciones sólidas", apuntan. “Es más un problema de salubridad que de mal estado de las estructuras”. Las imágenes facilitadas tras las inspecciones muestran el deterioro de estos bloques de viviendas, con cajas de contadores expoliadas por completo, tomas eléctricas ilegales y balcones donde se amontona la basura.

Ubicación de las casitas rosas de la Malva-rosa

Ubicación de las casitas rosas de la Malva-rosa / A.V.

Si el diagnóstico previo de las inspecciones se confirma, la opción del derribo de al menos los bloques de las Casitas Rosas más conflictivos, los recayentes a la explanada central concretamente, muchos ocupados o en manos de bancos y fondos buitre, que se barajó en la pasada legislatura por el gobierno progresista, perdería fuerza. Los vecinos defienden que sin una actuación urbanística importante, que podría incluir derribos si fueran necesarios, no será posible la regeneración de esta barriada. Recuerdan los vecinos, que este jueves han vuelto a echarse a la calle para reclamar "soluciones y no promesas" y un plan integral para las Casitas Rosas, que en los bloques de viviendas sociales todavía viven vecinos de toda la vida, que tienen que soportar los problemas del mercado de la droga.

La Asociación Vecinal Malva-rosa reclama para las casitas rosas una solución similar a la de los Bloques Portuarios del Cabanyal, que serán derribados y cuyos propietarios tendrán opción de ser realojados en bloques nuevos ubicados a pocos metros. De momento, el gobierno de Catalá no ha puesto sobre la mesa la posibilidad de derribar alguno de los cuatro bloques que quedan del grupo de las Casitas Rosas.

Los bloques baratos de la Riada de 1957

"Casitas Rosas" es el nombre con el que se bautizaron, por la tonalidad de las fachadas, los bloques de pisos que el Ministerio de la Vivienda construyó en la Malva-rosa en 1957 como una solución “rápida y barata” para las familias que habían perdido sus casas por la Riada de 1957. En los años 90, la barriada ya se había convertido en un problema como punto negro por la venta de droga del Marítimo. El gobierno socialista de Clementina Ródenas impulsó entonces un plan de derribos que preveía la demolición de gran parte de los bloques. De los cinco que había se derribó solo uno. La actuación desencadenó violentos enfrentamientos de la policía con los vecinos de las Casitas Rosas y con el resto del barrio. El plan no llegó a completarse por el cambio de gobierno. El anterior consistorio progresista encargó a Aumsa un nuevo estudio técnico para analizar el estado de las edificaciones y determinar cuáles se derribarán y qué se hará en los terrenos que queden liberados.

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