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Se intensifican los derribos de los chiringuitos de la Malva-rosa

Vecinos y curisos no pierden detalle de la demolición de las históricas arrocerías de la playa

Siguen los derribos de los chiringuitos de la Malva-rosa

Levante-EMV

València

"El Bobo" ya es historia. Las máquinas derribaban ayer la estructura de este conocido chiringuito arrocero de la playa de la Malva-rosa, propiedad de los hermanos Javier y Vicente Arnal, el primero de los cinco que se derribará antes de que acabe el año para iniciar a partir de enero la cimentación e instalación de los nuevos negocios, construidos en fábrica y con un diseño totalmente renovado. Los otros cinco chiringuitos pendientes de derribo y renovación lo harán después del verano de 2026. "No queremos dejar sin servicio a los clientes", recalcan en la Asociación de Restaurantes de la Malva-rosa, que ha esperado casi una década para tener el visto bueno de todas las administraciones, desde Costas hasta el Ayuntamiento de València, para el derribo y renovación de sus locales, que llevaban tiempo advirtiendo "estaban en unas condiciones muy precarias".

El derribo de las primeras arrocerías arrancó el pasado 1 de octubre y fue calificado como un "día histórico". La demolición, de la que no pierden detalle curiosos y turistas, requiere su tiempo, ya que se han tenido que desmontar los materiales de forma especial para su posterior clasificación y traslado a vertedero autorizado. La demolición de los pilares que soportan la estructura del chiringuito comenzaba ayer, cuando el local caía a tierra.

El paseo marítimo de la Malva-rosa cuenta con una docena de chiringuitos, diez de los cuales funcionan como arrocerías. Su imagen de estética noventera cambiará de forma radical. La cubierta ondulada actual pasa a ser una cubierta en planos inclinados que permitirá instalar placas solares. La ocupación máxima edificada pasará a ser de 229,30 m2, con una terraza superior de 144 m2 cubiertos y cerrados con acristalamiento y otros 85 m2 de terraza descubierta. Los nuevos locales ganarán aforo, al pasar de 150 a 200 comensales. En la planta baja se permitirán terrazas cubiertas, bajo porches, en la parte frontal. Todo para cumplir con las exigencias de Costas, que consideraba excesivo el espacio ocupado por las terrazas de las arrocerías y amenazó con retirar las concesiones.

También en Pinedo

La ya fallecida alcaldesa de València Rita Barberá hizo bandera de los chiringuitos de la playa de la Malva-rosa, reclamando al Gobierno que se permitiera la continuidad de estos negocios, uno de los atractivos turísticos de las playas del Cap i Casal. La remodelación de las estructuras fue condición indispensable para que Costas prorrogase las concesiones. Los chiringuitos de la Malva-rosa no fueron los únicos sobre los que la Dirección General de Costas puso el foco. También los negocios hosteleros de Pinedo tuvieron que hacer obras para adaptarse a las exigencias del Ministerio de Transición Ecológica, que en 2019 obligó a retirar el entoldado fijo y los cerramientos metálicos de los ocho locales de restauración de la playa de Pinedo y dos años más tarde volvió a requerirles para que eliminasen la solera de hormigón del suelo.

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