Una Procesión Cívica a puerta cerrada y marcada por las danas

Un acto solemne pero íntimo, bajo techo y a puerta cerrada. València no ha podido celebrar su 9 d'Octubrecomo manda la tradición porque la climatología sigue empeñada en marcar todos los octubres en rojo. La alerta decretada por la Aemet había obligado a suspender la Procesión Cívica, pero el ayuntamiento ha mantenido el operativo montado con bomberos y Policía Local hasta media hora antes del comienzo previsto para el acto central del día.

Finalmente, una nueva dana –de nombre Alice– ha impedido que valencianos y valencianas puedan vitorear a la Real Senyera, para la que se ha diseñado un recorrido de urgencia de apenas 10 metros dentro del Salón de Cristal y vuelta al museo de la ciudad, también dentro del consistorio. El operativo no ha sido sencillo, porque la enseña no se inclina hacia nada ni nadie, pero los marcos interiores de las puertas son tercos y han obligado a maniobrar reclinando hacia atrás el mástil, bailando con la bandera entre pasillos, cámaras, periodistas, falleras y concejales.

Antes, el secretario municipal ha leído el decreto de alcaldía mediante el cual se designaba portador y se suspendía la Procesión Cívica, algo que ya había ocurrido en seis ocasiones en los últimos 100 años. El socialista Borja Sanjuan era el designado este año para enarbolar la bandera. Con el himno valenciano de fondo, interpretado en directo por la banda municipal desde el otro flanco del ayuntamiento, el socialista ha posado unos emocionantes minutos acompañado de Pere Fuset, Paula Llobet y José Gosálbez, que sujetaban las borlas también con emoción contenida. Acto seguido, concejales y falleras han formado un pasillo por el que ha avanzado la Reial Senyera de vuelta al museo, donde dormirá hasta el próximo Día de la Comunitat.

Catalá en la procesión cívica del 9 d'Octubre a puerta cerrada: "Hemos hecho un acto similar al del covid"

'Valencians: en peu alcem-se'

Tras el acto, la alcaldesa María José Catalá ha felicitado el día a todos los valencianos y ha valorado con tristeza lo que debería haber sido un baño de multitudes para autoridades, falleras y entidades sociales. "Este ha sido un año difícil en el que nuestro himno ha sonado más veces que nunca, no solo en nuestra ciudad, también en otros pueblos, en otras comunidades o en estadios de futbol para rendir homenaje a la fortaleza del pueblo valenciano", ha introducido Catalá. "El himno cumple 100 años y ha cobrado más sentido que nunca, especialmente la parte de 'Valencians: en peu alcem-se'. Nos levantamos a pesar de un año difícil por la dana, pero también a pesar de que la lluvia haya impedido hacer una Procesión Cívica que es la parte central del día", ha lamentado la alcaldesa.

Pese a ello, la primera edil ha reivindicado el "pequeño acto similar al que se hizo en el covid", un acto con toda la solemnidad posible para devolver la Real Senyera al museo de la ciudad con todos los honores, después de que más de 3.500 personas hayan pasado por el Salón de Cristal durante el día de ayer a rendirle homenaje.

Preguntada si la Procesión Cívica era aplazable, tal como sí ha ocurrido con los actos de la Generalitat o la entrada de Moros y Cristianos, Catalá ha argumentado que "la ciudad de València tiene reglas no escritas. Estos actos nunca se aplazan", ha dicho. La Ofrenda no se aplaza si no se hace. Y no se aplaza el Nou d’Octubre si no se hace. O la celebración del día de San Vicente. Es un código no escrito que yo respeto como alcaldesa. Las cosas se celebran en el día y los aplazamientos en la ciudad de València no caben en Fallas o el día del patrón. Hay que seguir esa dinámica de respeto hacia el día de hoy", ha atajado.

Finalmente, sobre la pintada que ha aparecido en la fachada de Lo Rat Penat, la alcaldesa ha dicho estar convencida de que estas no han sido obra de "ningún valenciano". "Nadie que se siente valenciano ensucia nuestra ciudad y una de nuestras instituciones centenarias en un día tan especial. A todos aquellos que a lo mejor venían a ensuciarnos el día les digo que los valencianos respondemos con firmeza", ha manifestado tras la pequeña procesión interior.

Una chaqueta con mensaje

Por su parte, el portador de la Reial Senyera en 2025, tras un recorrido de circunstancias dentro del ayuntamiento, ha explicado el significado de su traje, con el número 229 rotulado en mangas y parte trasera de la americana. "Son las 229 personas que ese día perdieron la vida porque no se les avisó a tiempo y no pudieron salvarse. Y no deja de ser metafórico que haya sido la lluvia la que obliga a suspender esta Procesión Cívica", ha resaltado el socialista. "Creo que si hemos de sacar una nota positiva es que se ha tenido más atención a las alertas que hace un año. La idea de un pueblo valenciano que se cuida, se protege y al que le importan los otros es la idea que ha atravesado todo este año. Esa idea era la que queríamos transmitir hoy, por eso he decidido que era el momento de llevar en el traje esa cifra para que las personas que no están por la negligencia de Carlos Mazón estuvieran presentes", ha concluido Sanjuan.

Robles: "La suerte ha sonreído a Mazón"

Por último, Papi Robles, portavoz del grupo municipal de Compromís, ha redundado en la tristeza por no poder celebrar el acto, sentimiento que, según ha considerado, no todo el mundo compartirá: "Seguramente Mazón es la única persona que hoy no estará triste, después de estar un año huyendo de la ciudadanía. No ha tenido que afrontar ni escuchar lo que el pueblo quería transmitirle en las calles. Hace un año que huye de la ciudadanía, y hoy la suerte le ha sonreído para poder volver a hacerlo", ha incidido.

"Desde Compromís reiteramos nuestra tristeza por no poder estar en las calles y reivindicarnos como pueblo precisamente en un año como este, en el que hemos sufrido más que nunca, pero también hemos demostrado nuestra capacidad de resurgir como pueblo. Tampoco hemos podido acompañar esta mañana al portador Borja Sanjuan, que es un excelente compañero y a quien nos habría gustado acompañar por el recorrido de la Processó Cívica. Quiero recordar que la Procesión Cívica es un Bien de Interés Cultural que debe preservarse, con más de 700 años de historia, y que, por tanto, debemos seguir trabajando en los próximos años para dignificar esta tradición, como siempre hemos hecho y reivindicado desde Compromís", ha continuado Robles.

Pese a la cancelación, unas 150 personas siguen a esta hora reunidas frente a las puertas del ayuntamiento para rendirle honor a su tierra. La costumbre manda y ellos han querido mantenerse fieles al 9 d'Octubre. Con un improvisado himno se han gritado los vivas de rigor y el pueblo, más pequeño de lo habitual, ha enfilado los restaurantes de a ciudad para seguir celebrando un festivo pasado por agua.

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