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¿Por qué han desaparecido los megayates de la Marina de València?

Arrancan las obras de remodelación en la Marina de València: "En dos años se verán edificios nuevos acabados"

Obras del nuevo pantalán en la Marina norte

Germán Caballero

València

Un año después de la adjudicación a las empresas Serveis Marítims Port Eivissa (Semar) y Ocibar de la adecuación y explotación de las instalaciones náutico-deportivas construidas en València para la Copa América de 2007, el plan de infraestructuras anunciado por las concesionarias, con 84 millones de euros de inversión, empieza a visibilizarse. Las obras de remodelación de la Marina de València dan sus primeros pasos con la reforma y reordenación de la marina interior, donde está el pantalán en forma de "T" de los megayates.

Una reforma que ha hecho desaparecer estos lujosos barcos de la antigua dársena. "La hemos vaciado para poder hacer las obras", explica a este diario el gerente de Marina Port Valencia, Santiago Donat. Solo queda en la marina un viejo barco militar reconvertido en vivienda que no puede desplazarse porque no tiene motor y que deberá ser remolcado. El resto de embarcaciones se han ido reubicando en otros puntos del puerto para llevar a cabo las necesarias obras de renovación de los amarres. "Vamos a modernizar y adaptar las instalaciones, que estaban muy deterioradas", apunta Donat.

Por su parte, el director general de Marina Port Valencia, marca comercial del espacio de gestión privada en manos de Ocibar y Semar, Patrick Reynés, explica que a principios de año "se empezarán a ver obras, máquinas y polvo" en la Marina de València y "en 18 o 24 meses habrá ya edificios acabados". Este primer año "ha sido de redacción de proyectos y tramitación de licencias". "Hemos empezado con las obras en la marina interior, en la T de los megayates, lo que hemos denominado como Marina City, que es la parte más "urbana", que se espera esté nuevamente operativa para el segundo trimestre de 2026.

Las obras han sufrido algunos retrasos por los ajustes en los proyectos y también por la falta de mano obra tras la tragedia de la dana. "Las constructoras y los recursos están destinados a la reconstrucción de la zona afectada". "Esto es un proyecto vivo, ha habido algún retraso porque se van modificando cosas; el proyecto está cogiendo forma", ha precisado Reynés. Tanto Donat como Reynés han asistido este jueves a la presentación de la nueva edición del salón náutico de València (Valencia Boat Show), donde han hecho balance para Levante-EMV de este primer año de gestión.

En dos años se verán edificios acabados

Las empresas gestoras, con una concesión de hasta 50 años, presentaron en septiembre del año pasado un ambicioso plan de infraestructuras que incluye nuevos edificios de uso terciario, con tiendas, zonas de restauración y oficinas, así como una mejora paisajística, con plantación de más arbolado, y urbanística del recinto. El ámbito de gestión privada suma 519.000 metros cuadrados, la mitad lámina de agua y amarres y la otra mitad espacio en tierra. "En los próximos años, con los proyectos ya acabados esperamos que haya más atractivo para venir aquí", apunta Reynés que destaca además que siguen trabajando en el posicionamiento de València como una de las mejores marinas del Mediterráneo occidental. Sobre una eventual vuelta de la Copa América, Reynés apunta que "lo debe decidir la ciudad".

Una vez los barcos puedan volver a la marina interior se empezará la primera fase de obras en la marina exterior y en la bocana del canal, donde está prevista la construcción de un nuevo edificio de uso terciario (oficinas y comercial). La Marina de València se ha convertido en un espacio muy codiciado para las empresas de innovación. En esta línea, Reynés apunta que la previsión es generar, en la primera fase del plan de infraestructuras, 7.000 metros cuadrados de oficinas en la zona de gestión privada de la Marina. La construcción del varadero previsto en la marina sur, al otro lado del canal, es una de las prioridades de Ocibar-Semar, ya que se trata de unas instalaciones que generarán una "industria fuerte" de reparación de barcos que atraerá usuarios a València.

Patrick Reynés asegura que "el balance de este primer año es positivo, de buena acogida de la ciudad de València, con un proyecto que va adelante y se está desarrollando, aproximadamente, según los plazos que habíamos estimado".

Más megayates y arquitectura industrializada

El plan de infraestructuras de Semar-Ocibar para la Marina de València contempla derribos de edificaciones existentes y contrucción de nuevos edificios entre los que se incluyen uno de usos mixtos, para oficinas y con zona comercial, en la bocana, donde habrá zonas de restauración y un nuevo varadero industrial.

La previsión es el uso de arquitectura industrializada y eficiente, con estructuras desmontables a futuro.

El proyecto contempla mejoras paisajísticas para renaturalizar en la medida de lo posible la marina. En esta línea está previsto trasplantar un total de 215 árboles y plantar 1.264 nuevos.

El plan de infraestructuras también contempla la reordenación de los amarres para mejorar la productividad y que permita aumentar la presencia de embarcaciones tanto de gran eslora como de pequeña y mediana eslora. El proyecto contempla 370 amarres en la dársena interior (de 12 metros hasta 130 metros de eslora) 74 amarres en la dársena norte (de 24 metros a 115 metros de eslora) y 227 amarres en la dársena sur (desde 6 metros hasta 40 metros de eslora). En total 671 amarres. 

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