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València unifica su mobiliario urbano: estas son las propuestas

Un nuevo catálogo, obra de un despacho de arquitectos, cuestiona la utilidad de elementos como los maceteros de la Plaza del Ayuntamiento o los bancos de Reina

Bancos de piedra de la Plaza de la Reina

Bancos de piedra de la Plaza de la Reina / Daniel Tortajada

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

València

El Ayuntamiento de València ha dado luz verde a un estudio que propone los criterios para homogeneizar el paisaje del centro de la ciudad. Dicho de otra forma, que este deje de ser un mosaico heterogéneo de elementos urbanos y que será utilizado como herramienta de cara a las próximas actuaciones urbanas, incluyendo la reforma de grandes espacios como las plazas del Ayuntamiento y San Agustín o la avenida del Oeste.

Si Barri Studio, el despacho de arquitectos paisajistas lo llaman "capas de elementos", el portavoz municipal Juan Carlos Caballero lo tildaba de "ensalada de cosas". El catálogo propone clarificar el papel de estos elementos y proponer criterios que contribuyan a unificarlos, en lugar de esa variedad extrema de pavimentos, bolardos, bancos, jardineras, papeleras o farolas que tachonan la ciudad de muralla hacia adentro.

El diagnóstico del estudio barcelonés tras hacer un trabajo de campo es claro: "una alta heterogeneidad de formas, materiales y estilos, ausencia de jerarquías entre los objetos y su contexto y vacíos significativos en la dotación de mobiliario urbano". En definitiva, una "fragmentación" que debería corregirse por un paisaje urbano sintonizado y adaptado al hecho de tratarse de un espacio histórico y que, a la vez, tiende a la peatonalización.

Este trabajo incide en el particular batiburrillo: los bancos pueden ser de "madera, piedra o metal", las jardineras, "de hormigón, acero o plástico".... todos mezclados y superpuestos. "Si lógica de adaptación al lugar". Más aún: son la mezcla de "decisiones puntuales", que precisan de una revisión para, a base de criterios, "darle cierta coherencia al espacio público histórico".

El trabajo cuestiona los maceteros de la Plaza del Ayuntamiento

El trabajo cuestiona los maceteros de la Plaza del Ayuntamiento / Ana de los Ángeles

Los ejemplos son muchos. Por ejemplo, en los pavimentos, donde se detecta que en un mismo tramo de calle pueden coexistir diferentes tipos de aceras, a lo que hay que añadir la anarquía de arquetas y tapas. También se detecta que los elementos se ponen no solo sin practicidad, sino generando con ellos molestias visuales. Sirva el ejemplo: "poner elementos con colores intensos desvía la atención del conjunto patrimonial", lo que se ejemplifica con unas jardineras de color amarillo huevo.

Falta de sombras en los "sarcófagos"

El análisis deja en evidencia algunos de los elementos que más debate han suscitado en los últimos años. Por ejemplo, las jardineras de la Plaza del Ayuntamiento o los bancos de la Plaza de la Reina -los "sarcófagos"-. De los primeros, su versión pequeña, destaca que carece de "cualidades ambientales básicas" y del segundo cuestiona "la falta de sombras" -la alusión a que, durante los meses cálidos del año, se convierten en auténticos hornos a la piedra.

Otra crítica explícita es a las jardineras y los bancos por su inacabable catálogo de "formas, tamaños y colores. Unificar los elementos con características parecidas supone devolver el protagonismo a los monumentos y al confort ciudadano".

Modelos de bancos y maceteros en diferentes tamaños, pero similares entre sí

Modelos de bancos y maceteros en diferentes tamaños, pero similares entre sí / Barri Studio

"Lenguajes comunes"

Para solucionar este mezcladillo, el despacho propone lo que denomina "lenguajes comunes"; es decir, que todo sea reconocible, "un sistema de referencia que articule las decisiones de diseño". Es decir, que los materiales, los colores, pasen a ser lo más común posible "y que los elementos urbanos funcionen como una extensión coherente del tejido patrimonial de la ciudad. Integrar el mobiliario urbano supone dar al espacio público una secuencia legible y acogedora". Mobiliario como se dice pavimentos, vegetación o señalética.

Sugerencia para la plaza del Ayuntamiento

Sugerencia para la plaza del Ayuntamiento / Barri Studio

A partir de ahí vienen las sugerencias. Por ejemplo, del pavimento con dos texturas: uno de color cálido para los entornos monumentales y otro más en tonos grises, para los ejes de tránsito. "No solo es una cuestión de estética: permite diferenciar los usos de una y otro".

Armonización de la calle Colón

Armonización de la calle Colón / Barri Studio

Simulacros: Colón, Ayuntamiento y Compañía

Entre las sugerencias establece lo que se llama "Familia València", una colección de bancos, jardineras, báculos y otros elementos. Por ejemplo, pone en valor el banco de madera y hierro ya existente, de origen decimonónico "el más utilizado y apreciado por la gente mayor". En lo tocante a farolas, por ejemplo, se catalogan hasta veinte modelos diferentes en Ciutat Vella.

A partir de ahí, se sugiere todo un catálogo de elementos: jardineras simples, dobles o escalonadas, farolas históricas, báculos o bancos. Incluso se atreven a hacer simulacros en tres tipos diferentes de espacios: la calle Colón, la Plaza de la Compañía y la Plaza del Ayuntamiento, en el que presentan "agrupaciones funcionalesy coherentes del mobiliario, sin dispersión y dando sentido espacial". En el que el mobiliario armonice y sea respetuoso con el tránsito. No se trata, por supuesto, de la solución final -el estudio son sugerencias: la resolución final será, obviamente, el resultado de la célebre "repensada" del proyecto y su posterior materialización-.

Sugerencia para la plaza de la Compañía

Sugerencia para la plaza de la Compañía / Barri Studio

Integrar el mobiliario urbano, "además de cumplir con normativas, implica concebir el espacio público como una secuencia legible, continua y acogedora para todos". Ese es el motivo por lo que se le da importancia básica a "ordenar pavimentos, mobiliario, vegetación y señalética, donde cada elemento contribuya activamente a la orientación, el descanso y la seguridad de sus usuarios".

Hierbas aromáticas y árboles de jardinera

A los elementos inanimados se le adjunta la parte viva: el catálogo botánico de especies recomendadas para maceteros y bolardos, incluyendo las hierbas aromáticas. Así, para las superficies con poco sustrato sugiere plantar tomillo, lavanda enana, romero o margaritas; para el de tipo medio, salvia, olivilla y lavanda dentada. En el terreno del arbolado sugieren el algarrobo, madroño o el olivo silvestre.

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