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El 15,9 por ciento de los adolescentes valencianos tienen problemas con el juego

Ayuntamiento y Universitat de València alertan de que las máquinas tragaperras de los bares es la puerta de entrada para los menores

Máquinas tragaperras en un bar

Máquinas tragaperras en un bar / Eduardo Ripoll / ER

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

València

El 29 de octubre es el Día Mundial sin Juegos de Azar y es el hilo conductor por el que, a través de la Universitat de València, el ayuntamiento ha explicitado el estado de la cuestión en lo tocante al acceso y el uso de los juegos adictivos por parte de los menores de edad.

Los gobiernos municipales no tienen más capacidad que "la preventiva", decía la concejala de Bienestar Social, Marta Torrado. "Es importante la sensibilización y la prevención. Son nuestras competencias. Frente a los riesgos y especialmente en la población juvenil. Detrás de cada apuesta puede haber una vida en riesgo. Que el juego no sea una trampa, sino una elección responsable".

En ese sentido, se han mostrado datos de los últimos diez años, tanto de la implantación del juego como de los resultados de las campañas desarrolladas en colaboración con la UV.

Y entre las conclusiones hay una preocupante: "es notorio el aumento de las adicciones especialmente de la ludopatía. Hay mucha facilidad a través de las nuevas tecnologías. Es muy sencillo acceder a juegos on line, apuestas deportivas y su normalización social. Y no queremos normalizarlo. Hay una alta prevalencia. Ha subido el riesgo y eso es una realidad. El juego no puede convertirse en un problema que rompa familias o un proyecto de vida"

Lo único que puede emplear el gobierno municipal es poner en marcha no solo un Servicio de Adicciones dentro de la concejalía de Servicios Sociales sino un programa de talleres en colegios llamado "Ludens" y "que es pionero y llaman desde ayuntamientos de toda España para aplicarlo. Hacemos talleres en colegios desde primaria a bachillerato".

Medir los trastornos

El catedrático de Psicología de la UV, Mariano Chóliz, explicaba que son programas en tres sesiones con la idea de que "antes de que ocurra el problema es necesaria la prevención". Lo administran técnicos en prevención para menores en el ámbito escolar de mayores de 15 años "que es el umbral en el que empieza a detectarse el riesgo". En él, "profesionales especialistas van a los centros y llevan a cabo el programa. Es una experiencia poco común con material audiovisual" con el objetivo de "informar, sensibilizar y proponer el cambio de actitudes. No pretendemos enseñar a jugar porque en las apuestas no hay un juego que no tenga riesgo, no es como un videojuego". Se dan noticias y testimonios y se mide antes y después de pasar el programa. "La prevención es muy complicada, porque hay variables incontrolables. Vemos a qué juegos participan y medimos los trastornos, que los hay" que se pasan en un informe a los centros educativos. Un total de 67 han participado en esta década, con casi trece mil participantes, de los que la banda de menores de edad -hasta 17 años, han protagonizado el 90 por ciento de participantes-.

Mariano Chóliz y Marta Torrado, en la intervención

Mariano Chóliz y Marta Torrado, en la intervención / Moisés Domínguez

Los resultados: "los menores de edad juegan. Lo han hecho alguna vez más de la mitad de ellos". En concreto el 58,4 por ciento, siendo el juego presencial, el privado, las loterías y el juego on line, por este orden, los más utilizados.

Y lo que es más preocupante y a considerar: de entre niños de 15 a 16 años, el 15,9 por ciento entran dentro del umbral de "juego problemático" (cumplir tres de los nueve parámetros del test), siendo un problema de "juego patológico" el 1,6. Estas cifras suben al 22,8 y 3,8 por ciento cuando la banda de edad entra en el umbral de la mayoría de edad recién estrenada. Los problemas son mayores en los chicos, "pero en el caso de las chicas es mucho menor, pero más grave".

Tragaperras, la puerta de entrada

Y señalan claramente cuál es la "puerta de entrada" para iniciarse en el juego: "las maquinas tragaperras de los bares. Y es algo a tener en cuenta". Se trata de "un juego incontrolado, que debería controlarse, de la misma forma que los menores no pueden acceder a la compra de tabaco".

Reducción de los problemas con Ludens

El programa Ludens, al visibilizar los problemas, presume de resultados pues, en las revisiones posteriores, los menores reducen sensiblemente sus problemas de juego problemático en cerca de un 33 por ciento, siendo el juego on line el que más se abandona. "El programa “Ludens” demuestra que la intervención temprana funciona” destacó Marta Torrado. "Soy plena convencida de que hay que trabajar para acabar con las ludopatías. Es verdad que excede de las competencias municipales. Solo podemos hacer eso: trabajar en la prevención. Nos vamos a cejar en reforzar los programas destinados a la prevención. Son muchas las tentaciones, especialmente on line.

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