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Catalá sigue negociando la Zona de Bajas Emisiones con el PSPV, pero no aceptará "chantajes"

La alcaldesa asegura que no hay ninguna posibilidad de negociación con Vox y hablará con los socialistas hasta el último minuto, pero sin mezclar otros asuntos

La oposición la acusa de plegarse a las exigencias negacionistas y no pensar en la salud pública

María José Catalá, alcaldesa de València.

María José Catalá, alcaldesa de València. / Levante-EMV

València

La alcaldesa de València, María José Catalá, ha dado por perdida la negociación con Vox acerca de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y confirma sus negociaciones con el Partido Socialista. Ahora bien, ante las exigencias puestas por el PSPV, algunas de ellas relacionadas con otros proyecto de la ciudad como el Corredor Verde, ha asegurado que "no aceptará chantajes". Es más, asegura que si finalmente se pierden los 115 millones en subvenciones, será responsabilidad de los socialistas, pues ella habría agotado todas las posibilidades.

En declaraciones a los medios durante su visita al centro social del Pilar, Catalá ha explicado que la decisión de Vox de no aprobar la ZBE a última hora y después de cinco votaciones favorables, "fue una decisión de la dirección nacional" del partido que lidera Santiago Abascal. Según la alcaldesa, estuvo hablando "hasta el último día" con los representantes de Vox "y me quedó muy claro que no había ninguna posibilidad".

"Quienes intentan chantajear al PP tendrán que explicar su responsabilidad. Yo como alcaldesa he cumplido con la mía"

Negociación con el PSPV

Así mismo, ha confirmado que "se está negociando con el Partido Socialista" y trabajarán "hasta el último minuto por un acuerdo", ya que se trata de "una inversión muy importante para València". "Lo que no vamos a aceptar es el chantaje y mezclar churras con merinas", ha añadido Catalá en referencia a los diferentes proyectos que el Partido Socialista ha querido meter en la negociación.

Es más, ha asegurado que "si València pierde esos fondos europeos, ya saben a quién tienen que pedir explicaciones". "Quienes intentan chantajear al PP tendrán que explicar su responsabilidad. Yo como alcaldesa he cumplido con la mía". "Mezclar la Zona de Bajas Emisiones con otros proyectos es intentar chantajear", ha sentenciado.

La oposición responde

A este respecto, la concejala socialista María Pérez, cree que María José Catalá "tiene un grave problema" y recuerda que "si no actúa habrá un perjuicio financiero para el ayuntamiento de más de 115 millones". "Parece que la alcaldesaa no es consciente de la gravedad de esta situación, quizás porque la ciudad no es ahora su prioridad o porque teme incomodar a sus socios de Vox de cara a una negociación en les Corts", afirma.

El Partido Socialista asegura que seguirá firme en su compromiso de poner en València "una Zona de Bajas Emisiones que frene la contaminación y además que garantice los fondos europeos". Según María Perez, "el PP no ha presentado una propuesta seria que busque un acuerdo real". Por contra, "pretende una ordenanza pensando en los negacionistas de Vox y no en la salud pública". "Si el PP no quiere ser responsable de perder más de 115 milones de euros debe actuar ya y debe proponer una Zona de Bajas Emisiones que cuide la calidad del aire, dejar las cuestiones internas del partido y priorizar la ciudad".

Por su parte, la portavoz de Compromís, Papi Robles, cree que «la actitud de la alcaldesa María José Catalá con la Zona de Bajas Emisiones no puede ser más lamentable". "Querer endosarle el muerto a los partidos que han votado en contra es indigno e impropio de una alcaldesa que quiere representar a todos los valencianos. La única irresponsable del desbarajuste en el que se ha metido es ella, porque no sabe negociar un acuerdo de ciudad y quiere imponer una ZBE totalmente descafeinada, que roza la ilegalidad porque no está concebida para reducir las emisiones", explica.

"Hoy vuelve a decir -conntinúa Robles- que quiere negociar con todos los partidos, pero no se ha dirigido al principal partido de la oposición, el segundo más representado en la ciudad de Valencia. Su veto demuestra su cinismo absoluto. Y lo peor es que parece que Catalá ha bajado los brazos y da por perdidos los más de 115 millones de euros que están en juego con la ZBE, que según los medios de comunicación podrían llegar hasta los 150. Es un escándalo mayúsculo si llega a confirmarse esta nefasta gestión del PP. Si lo permite, la responsabilidad política no será ya de su concejal incapaz, sino de sí misma", añade.

Combinarse con otras acciones

Según Robles, "Compromís está donde siempre ha estado: queremos una ZBE que es un instrumento más para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en Valencia, una ZBE que debe proteger la salud disminuyendo la contaminación, pero que debe combinarse con otras acciones que se pactaron en el marco de la Ciudad Verde. Y eso pasa por un Corredor Verde sin carriles de tráfico, una avenida Pérez Galdós sin túnel, una apuesta por hacer las zonas peatonales, la reducción del tráfico y el incremento de zonas verdes. No es un objetivo concreto, sino un plan en el que todo debe ir acompasado, y que Compromís demostró que funcionaba, reduciendo el tráfico y la polución. Además, no debe ser una ZBE que se limite a multar, sino a dar alternativas a la ciudadanía ya no castigar a las rentas bajas. Nada de eso se cumple con el PP».

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