¿Son los buitres unos ‘asesinos de ganado’, como se desprende de algunas informaciones periodísticas? Un grupo internacional de científicos, en el que se cuentan varios españoles, ha elaborado un detallado informe en el que contestan a esa pregunta. La respuesta es “no”: los buitres son en realidad víctimas de informaciones parciales y sesgadas y de una percepción negativa que hunde sus raíces en los albores de la historia. Contra esa visión negativa, los investigadores han comprobado las valiosas contribuciones de los buitres a la salud ambiental y al bienestar humano.

Los buitres y los cóndores se encuentran entre las especies de aves más amenazadas del mundo debido a los impactos de las actividades humanas: un 70% de las especies muestran poblaciones decrecientes, debido sobre todo al uso de venenos y otras sustancias tóxicas. Las percepciones negativas sobre los buitres contribuyen a estas amenazas, ya que históricamente se ha culpado a algunas especies de matar ganado.

“Esta percepción de conflicto con el ser humano se ha incrementado en los últimos años, asociada con una difusión viral de información parcial y sesgada a través de las redes sociales y a pesar de un apoyo empírico limitado para estas afirmaciones”, apuntan los investigadores, que subrayan la magnificación de eventos “poco frecuentes” de ganado herido por buitres a través de vídeos compartidos públicamente o de noticias sesgadas, “que impactan negativamente en los esfuerzos para conservar las poblaciones amenazadas de carroñeros aviarios”.

“Alentamos a las agencias ambientales, investigadores y profesionales a evaluar la fiabilidad, frecuencia y contexto de los informes de depredación de buitres, comparando esos resultados con las diversas y sus valiosas contribuciones a la salud ambiental y el bienestar humano”, señalan los autores del estudio.

“También alentamos el desarrollo de campañas de concientización y mejores prácticas de manejo del ganado, incluidas estrategias de disuasión no letales, si es necesario. Estas acciones se requieren con urgencia para permitir el desarrollo de una estrategia de conservación más eficaz para los buitres en todo el mundo”, añaden.

Los buitres se enfrentan desde hace varios decenios a un grave problema: la mayoría de las especies dependen de los cadáveres de mamíferos herbívoros de tamaño mediano a grande como fuente principal de alimento. Pero el agotamiento y la extinción de la megafauna silvestre y los ungulados silvestres han obligado a algunas de esas especies a depender casi exclusivamente de los cadáveres de ungulados domesticados utilizados para la producción ganadera.

A pesar de que la relación “beneficiosa” entre aves carroñeras y agricultores y ganaderos es bien conocida por la ciencia, el consumo de cadáveres de animales domésticos por parte de los buitres “todavía genera conflictos, al culpabilizarlos de matar al ganado”.

Los autores del informe, con una larga experiencia en investigación sobre la ecología y el comportamiento de los carroñeros en el Nuevo y el Viejo Mundo, resaltan que las características anatómicas y fisiológicas de los buitres los convierten en una de las especies más eficientes en el consumo de animales muertos, pero, a la vez, “limitan su capacidad para matar presas vivas”. Están adaptados “para comer carroña, no para matar”, subrayan.

¿Matan los buitres? Algunos sí matan “ocasionalmente” animales, “generalmente individuos jóvenes y débiles”. Y en algunos casos a causa de “sistemas de mal manejo ganadero”. Pero ese comportamiento “no implica que sean depredadores o cazadores eficientes que puedan representar una amenaza significativa para la producción ganadera”, recoge el informe.

El papel ecológico de los buitres

Los buitres proporcionan diversas contribuciones positivas para la salud y el bienestar humanos. Por ejemplo, al eliminar los cadáveres y otros materiales orgánicos del medio ambiente, limitan el aumento y la propagación de microorganismos, proporcionando así servicios de regulación de enfermedades.

Además, la remoción de cadáveres por buitres ahorra millones de euros a nivel mundial y evita las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la recolección, transporte e incineración artificiales de cadáveres. Más: al consumir cadáveres, los buitres pueden regular las poblaciones de mesocarnívoros, como el zorro o el tejón, y plagas de algunasespecies carroñeras oportunistas.

Los buitres también proporcionan ingresos al sector turístico, ya que hay miles de personas que viajan a muchos lugares del mundo para verlos. Algunos ejemplos son los buitres leonados en la reserva natural de Gamla, en Israel; las tierras altas del Macizo Central en Francia, o los cóndores andinos en el cañón del Colca en Perú. Por lo tanto, la reducción en su número implicaría pérdidas económicas severas a nivel local que provienen del ecoturismo.

“Brindan asimismo contribuciones beneficiosas no materiales a las personas, por ejemplo, mejorando las conexiones entre humanos y vida silvestre, a través de actividades recreativas en la naturaleza, disfrute estético y aprendizaje”, apunta el estudio, que resalta también que los buitres son en varias partes del mundo “importantes símbolos religiosos y culturales”.

“Por lo tanto, los beneficios y contribuciones que producen los buitres al ecosistema en su conjunto, y al ser humano en particular, no pueden ser reemplazados fácilmente por otras especies. Estos beneficios deben tenerse en cuenta al evaluar su papel en los ecosistemas tanto naturales como humanizados”, detalla el informe. Más aún al considerar que la evidencia científica concluye que el impacto negativo de los buitres en las pérdidas de ganado es “leve”.

La influencia de las ‘fake news’

Los investigadores ponen como ejemplo de ‘fake news’ que fomenta una imagen negativa falsa de estas especies un vídeo titulado “Los buitres atacan a las ovejas”, que muestra a una persona que habla sobre la cantidad de ovejas que ha perdido debido a los buitres.

Esta grabación, que suma más de 15.000 visitas, fue refutado por las autoridades españolas, “que recabaron información que acredita que el ataque fue producido por un carnívoro, como un perro, y que los buitres solo estaban rebuscando”.

Otros vídeos que se han viralizado sugieren ataques de buitres, pero solo muestran aves alimentándose de un cadáver. Y, lo que es peor, “algunos medios de comunicación convencionales se hacen eco de ellos, lo que agrava el problema”, denuncian los investigadores.

“Tales historias facilitan la popularización de creencias que no concuerdan con la evidencia científica disponible, aumentando eventualmente la percepción negativa de los buitres. Desafortunadamente, esto puede conducir a acciones dañinas por parte de las personas, como el uso de venenos por parte de los agricultores con el objetivo de matar a presuntos depredadores, lo que en última instancia resulta en la muerte de muchos individuos de especies amenazadas y protegidas”, alertan.

“Los propios medios de comunicación tienen la responsabilidad y la capacidad de dejar de difundir noticias falsas, pero continúan haciéndolo en determinados países (por ejemplo, España, Francia, Argentina) sin verificar las fuentes de información”, apunta el informe.

El estudio concluye con un mensaje positivo: “La experiencia local en Francia demostró que una vez que algunas partes interesadas influyentes están convencidas de los beneficios del buitre, pueden convertirse en ‘embajadores buitre’ y ayudar en gran medida a resolver conflictos”.

Estudio sobre los buitres (en inglés): https://conbio.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/csp2.415

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