La biodiversidad cae en picado en la Tierra, según el último Índice Planeta Vivo, que mide la abundancia de poblaciones de 21.000 especies. En Europa, la vida salvaje cae un 24%, pero en Sudamérica y Centroamérica alcanza el 94%.

La Tierra ha perdido nada menos que el 68% de su biodiversidad desde el año 1970 hasta 2020. Así lo demuestra el nuevo Índice Planeta Vivo (IPV) que ha dado a conocer el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en inglés) y que confirma la grave situación en que se encuentran las poblaciones animales del planeta.

Este índice hace un seguimiento de la abundancia de casi 21.000 poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios de todo el planeta. Los científicos de WWF recoge los datos de estas poblaciones silvestres para calcular los cambios porcentuales que van sufriendo en términos de abundancia desde 1970.

Estas poblaciones han bajado un 68% desde entonces, pero eso es una media mundial, puesto que hay regiones, como Centroamérica y Sudamérica, donde el IPV ha bajado nada menos que un 94%. En Europa, el descenso registrado llega al 24%. En resumen, la vida salvaje en el mundo cae en picado, la biodiversidad se empobrece.

También hay ecosistemas donde esta situación es más grave que en otros. “La biodiversidad de los ecosistemas de agua dulce está disminuyendo a un ritmo más rápido que en los mares o los bosques. Con los datos disponibles se sabe que, desde el siglo XVIII, casi el 90% de los humedales del planeta han desaparecido”, señala el informe, que añade: “Todos estos cambios han tenido un profundo impacto en la biodiversidad del agua dulce”.

En concreto, de las 3.471 poblaciones de agua dulce evaluadas por el IPV (que representan a 944 especies de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces) han disminuido una media del 84% desde 1970. Especialmente grave es la situación Latinoamérica y Caribe.

El mismo estudio mide también la cantidad de biodiversidad originaria que actualmente se conserva en cada región. Existe un “límite de seguridad” por debajo del cual no es conveniente bajar, situado en el 90%. Sin embargo, en la actualidad el porcentaje de biodiversidad originaria es sólo del 79% y sigue reduciéndose, sobre todo en África.

La situación de las especies vegetales es igualmente alarmante. El número de plantas extinguidas que se ha documentado es el doble que el de mamíferos, aves y anfibios juntos. “Una de cada cinco especies está amenazada de extinción, en su mayoría en zonas tropicales”, señala el estudio de WWF.

Paradójicamente, todo ello se produce cuando en 2020 el mundo ha aumentado como nunca su superficie de zonas protegidas. También es ahora cuando más protocolos internacionales y acuerdos políticos se firman para salvar el planeta. Sin embargo, no es suficiente.

El informe del IPV 2020 señala la transformación del suelo para la obtención de alimentos como uno de los principales causantesobtención de alimentos de la situación actual, junto con el cambio climático. Por ello, se aboga por una producción “más sotenible” de alimentos y aumentar considerablemente los esfuerzos de conservación.

La huella ecológica (es decir, el impacto del ser humano sobre el planeta) sigue creciendo. De hecho, esa huella ya es tan grande que ya no hay suficiente planeta para que el hombre colme sus necesidades, tal y como actualmente están planteadas. El informe calcula que harían falta 1,6 planetas como la Tierra (otras fuentes señalan hasta 2,5) para atender estas necesidades, que deben ser replanteadas o reformuladas en términos más sostenibles.

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