La directora de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), Valvanera Ulargui, ha subrayado este miércoles que el Gobierno va a revisar al alza el objetivo de reducción de emisiones “para alcanzar el 55% para 2030” desde el 23% que recoge la Ley de Cambio Climático.

Ulargui hizo estas declaraciones durante un encuentro informativo previo a la Cumbre del Clima (COP26) de Glasgow (Reino Unido), en el que ha destacó que, si bien la Ley española de Cambio Climático recoge que las emisiones del conjunto de la economía en el año 2030 deberán reducirse en, al menos, un 23%, se ha considerado necesario ir a un objetivo más ambicioso: “Vamos a revisar el objetivo al alza para alcanzar un objetivo del 55 % para 2030”, declaró.

La directora de la OECC destacó que el marco nacional español “es compatible con ese aumento de la ambición al 55%” para 2030 respecto a 1990, como recoge el Pacto Verde Europeo, y que actualizarán su compromiso “según fijó la Ley de Cambio Climático”.

“España acude a la COP26 con los deberes hechos”, aseguró, porque “hemos trabajado duro para elevar la ambición climática” y “alinear a España con el objetivo climático europeo”.

Ulargui señaló que la COP26 “debe servir para poner en valor el multilateralismo”, un “enfoque solidario e inclusivo” que debe dar solución a los “retos globales actuales, como la crisis climática”, pero también para paliar otros desequilibrios como los generados por la “crisis sanitaria y la desigualdad”.

Ulargui destacó la necesidad de “mirar más allá de las agendas de los negociadores” y “abrir la toma de decisiones a más actores, como se hizo en la COP25 de Madrid” para “cerrar brechas, acelerar la acción y convertir el Acuerdo de París en un punto de encuentro para revisar nuestros esfuerzos”.

“Esta COP es una oportunidad para demostrar que el multilateralismo sirve para enfrentar los retos”, ya que el ‘paquete de Glasgow’ (reducción de emisiones, la adaptación al cambio climático, la financiación a los países más vulnerables y el afianzamiento del libro de normas del Acuerdo de París) debe “cerrar la brecha y quedarnos en 1,5 grados como límite máximo de riesgo que estamos dispuestos a aceptar”.

Asimismo, explicó que los líderes mundiales de la cumbre del G20 que celebrará este fin de semana una reunión en Roma, coparán la atención en el primer tramo de la COP, cuando “deberán ofrecer un apoyo político claro a la descarbonización de la economía”.

«Se esperan novedades» en la COP26

A raíz de ese encuentro de líderes “se esperan anuncios concretos sobre las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) de cada país” y novedades en cuanto a “financiación climática, adaptación y vulnerabilidad”.

Además, según Ulargui, se prevé que se firmen coaliciones sectoriales que ayudarán a cerrar la brecha de mitigación y que involucrarán a los sectores del hidrógeno, acero, vehículos cero emisiones, tecnologías renovables y metano.

También se prestará atención a “cómo cubrir los vacíos y vulnerabilidades que deja el abandono de las explotaciones de combustibles fósiles en las economías locales».

El ‘Paquete de Glasgow’, según la directora de la OECC, “debe responder a las demandas de solidaridad y ambición de los países más vulnerables” y “tiene que estar alineado con el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que nos recuerda que estamos lejos de contener el ascenso térmico a 1.5 grados».

Adicionalmente, sobre la financiación climática, debe ponerse de manifiesto “cuán lejos estamos del objetivo de movilizar 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020 para los países más vulnerables ante los efectos del cambio climático”.

Ulargui señaló que “ya no nos vale el ritmo que nos hemos marcado en financiación y mitigación” y ha subrayado que “hay que poner encima de la mesa un plan que sea creíble y suficiente” para que los países en desarrollo “tengan la confianza necesaria”.

Este punto “está relacionado con la agenda de pérdidas y daños”, ya que los países en desarrollo necesitan “financiar las emergencias inmediatas para reducir los impactos climáticos”, por lo que “habrá que generar mayor financiación en infraestructura verde”.

Por último, Ulargui recordó que “en la COP25 de Madrid nos quedamos cerca de regular los mercados de carbono y ahora es un tema urgente” aunque “es una agenda complicada que seguramente llegará hasta el último día de las negociaciones”.

En cualquier caso, “el objetivo principal de la COP26 debe ser aumentar la ambición y respetar la integridad ambiental” para ser “fiables y creíbles”.

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