Muy pocos países pueden competir con la excelencia de nuestras playas. Espectaculares arenales de aguas cristalinas se reparten por toda la geografía de nuestro litoral, convirtiendo nuestras costas en un auténtico paraíso terrenal.

Playa de Muro (Mallorca)

Situada en la Bahía de Alcudia, al norte de Mallorca, esta playa de aguas cristalinas color turquesa destaca también por su blanca y fina arena. Además de su extraordinaria belleza, este arenal de más de 5 kilómetros de longitud destaca también por el magnífico entorno natural en el que se ubica, incluido dentro del Parque Natural de S'Albufera.

Playa de Las Catedrales (Lugo)

En el municipio lucense de Ribadeo se ubica esta espectacular playa en la que sobresalen formaciones rocosas de hasta 30 metros de altura que, esculpidas por la acción del mar y del viento, forman arcos y cuevas que durante la bajamar crean un paisaje de extraordinaria belleza.

Playas de Comte (Ibiza)

Situadas en Sant Josep de sa Talaia, se trata de un conjunto de pequeñas calas de fina y nacarada arena y aguas de un intenso color turquesa. Gozan, además, de un extraordinario entorno natural donde el visitante podrá disfrutar al atardecer de un magnífico espectáculo visual con el sol fundiéndose con el Mediterráneo.

Playa de las Canteras (Gran Canaria)

Además de ser una gran reserva de vida marina, la principal playa urbana de Las Palmas de Gran Canaria cuenta entre sus particularidades con 'La Barra', una extensa formación de arenisca y arrecifes que resguarda el arenal de las corrientes del Atlántico y que cuando baja la marea permite disfrutar de un auténtico paraíso subacuático.

Playa del Silencio (Asturias)

El concejo de Cudillero, en la costa occidental asturiana, alberga este arenal conocido también como el Gavieru. A lo largo de su medio kilómetro de longitud, libre de construcciones, esta playa en forma de concha y rodeada de acantilados y pequeños islotes permite a quien se acerca a disfrutarla respirar la paz y la tranquilidad de un enclave único y casi virgen.

Playa de Maro (Málaga)

A escasos kilómetros de la localidad de Nerja encontramos este arenal de aguas transparentes que se encuentra escondido entre acantilados. Precisamente, es su salvaje entorno natural el que confiere un encanto especial a esta playa de gruesa y oscura arena y piedras, y que cada verano atrae a gran cantidad de visitantes.

Playa de Carnota (A Coruña)

La playa más larga de Galicia, con sus 7 kilómetros de longitud, cuenta con muchos encantos, pero destacan especialmente sus ondeantes dunas y las marismas que la rodean, que dan cobijo a una gran variedad de aves migratorias y especies vegetales. Situada en la Costa da Morte, desde su fina arena se pueden contemplar también unas magníficas puestas de sol.

Playa de Rodas (Pontevedra)

Con un kilómetro de longitud, este impresionante arenal en forma de concha, arena blanca y fina, y aguas transparentes de color esmeralda se encuentra enclavada en las Islas Cíes, lo que le otorga todavía un mayor encanto. Rodeada por dunas naturales, esta playa ideal para visitar en familia sobresale también por la biodiversidad que podemos encontrar en su espectacular entorno.

Playa de Calblanque (Murcia)

Ubicada en el Parque Regional de Calblanque, encontramos esta impresionante playa, uno de los espacios naturales costeros que se conserva casi virgen. Perderse en su gran riqueza natural es un placer: largas playas de arenas doradas, dunas fósiles, calas solitarias para reconectar con uno mismo, macizos montañosos que contrastan con el azul del mar...

Playa de San Juan (Alicante)

Este arenal emblemático de la ciudad de Alicante se extiende desde las playas de El Campello hasta el Cabo de las Huertas. Son 6 kilómetros de franja litoral de dorada arena rodeada por un coqueto paseo en el que dejarse acariciar por la brisa marina y disfrutar con el vaivén reposado de las olas.

Playa de Benijo (Santa Cruz de Tenerife)

Ubicada al norte de Tenerife, dentro del área protegida del Parque Rural de Anaga, su arena oscura de tipo volcánico y la grava otorgan un encanto especial a una playa desde la que se pueden contemplar unas vistas privilegiadas a los Roques de Anaga y disfrutar de unos atardeceres mágicos.