Si hay un animal asociado al infortunio y al ocultismo ese es el gato negro. Desde tiempos remotos, los gatos negros se han relacionado con todo tipo de desgracias y su vinculación con la mala suerte lo precede. Pero de dónde procede esta leyenda negra.

Los gatos han estado presentes en la historia humana desde hace milenios. Siempre se han caracterizado por ser animales más independientes que los perros y eso les ha servido para no ser considerados tan fieles. Sin embargo, en el antiguo Egipto eran venerados como criaturas divinas y cuando uno de ellos moría era momificado y enterrado con todo tipo de lujos.

No obstante, la herencia cultural celta es la que ha marcado la imagen que nos ha llegado hasta la actualidad de los gatos, en especial los gatos negros. Para los antiguos celtas, los gatos negros eran la reencarnación de seres demoníacos o personas impías. Algo similar sucedió en la Edad Media.

En la Edad Media se persiguió a los gatos negros por creer que causaban la peste

La asociación entre gastos negros y lo negativo fue a más durante el medievo. Entonces, se asoció los gatos negros con la brujería. A las mujeres que tenían gatos, se les consideraba brujas y hasta incluso el Papa Gregorio IX llegó a considerar a los cátaros una secta impía que criaba gatos negros. Fue justamente en la Edad Media cuando se grabó a fuego la mala fama de los gatos negros. Se creía que estos animales eran la forma en la que se manifestaban las brujas y ver uno equivalía a ver a una bruja. De ahí bebe toda la cultura popular que ha relacionado a los gatos negros con la mala suerte.

En la Edad Media creían que cruzarse con uno de estos animales era un presagio. Es reseñable que la conducta de los felinos tan territorial y violenta cuando se ven acorralados hizo crecer todo tipo de leyendas sobre su origen.

Por si su vinculación con la brujería no fuera suficiente, también se pensó que los gatos negros habían sido los causantes de la peste y hasta incluso se quería ver en ellos la manifestación de los siete pecados capitales.