A día de hoy todavía existen muchas enfermedades incurables, entre las que se encuentra la esclerosis lateral amiotrófica, comúnmente conocida como ELA. Se trata de una enfermedad que afecta de forma progresiva al sistema nervioso, y más concretamente a las células nerviosas del cerebro y de la médula espinal. La ELA provoca la pérdida del control muscular, afectando a los músculos necesarios para realizar funciones como hablar, comer, respirar, y moverse en sí.

Gesta contra la ELA: un cordobés afectado por la enfermedad supera los 5.300 metros en el Everest

Gesta contra la ELA: un cordobés afectado por la enfermedad supera los 5.300 metros en el Everest Vídeo: Expedición HimELAya - Grito de Vida

Qué síntomas presenta la ELA

La sintomatología de la ELA varían en función de cada persona, dependiendo de qué neuronas queden afectadas por la enfermedad. Sin embargo, lo más común es que esta enfermedad neurodegenerativa comience con pequeñas contracciones musculares involuntarias, debilidad en las extremidades o dificultad a la hora de hablar.

Suele manifestarse en un primer momento, como se ha mencionado, en las extremidades, y más tarde se extiende al resto de las partes del cuerpo. Conforme la enfermedad avanza va destruyendo neuronas y los músculos se debilitan más, llegando a afectar a funciones como la masticación, la deglución, e incluso la respiración.

Asimismo, estos son todos los síntomas que puede presentar la ELA:

  • Dificultad para caminar o realizar actividades diarias normales
  • Tropezones y caídas
  • Debilidad en las piernas, los pies o los tobillos
  • Debilidad o torpeza en las manos
  • Dificultad para hablar o problemas para tragar
  • Calambres musculares y espasmos en brazos, hombros y lengua
  • Llanto, risa o bostezos inapropiados
  • Cambios cognitivos y de comportamiento