Transparencia y continuidad visual con sello propio

Un terreno en forma trapezoidal, con una de sus dimensiones muy pronunciada y el acceso en el lado sur han sido dos de los elementos determinantes de este trabajo del arquitecto Víctor Manuel Magdalena, que ha diseñado una casa que establece una fluida relación entre espacios.

Predominan los nexos de transparencia y de continuidad visual en una vivienda rica en luminosidad que se asoma al entorno del Baixo Miño.

Magdalena decidió definir el diseño mediante el uso de unos muros longitudinales vaciados -según ventilación e iluminación- situados paralelos a las direcciones principales de la parcela."

Estos muros planos y abstractos, limpios de todo lo superfluo delimitan, tanto interior como exteriormente, diferentes espacios, al tiempo que dialogan con el vacío resultante y establecen relaciones de continuidad espacial mediante una secuencia de recorridos.

Los límites desaparecen así nos aproximamos al lado sur y la vivienda continúa más allá con la prolongación del muro principal, que resguarda y protege del exterior y del acceso y acentúa la componente horizontal del proyecto", explica el arquitecto.

En el interior un eje longitudinal ordena el programa de vivienda. Define espacios y se abre sin interferencias. En la planta baja se sitúan casi todas las estancias que, aunque pueden independizarse,"se entiende como un espacio único que está delimitado hacia el exterior mediante una fachada de cristal fragmentada que nos permite desdibujar los límites entre exterior e interior", continúa Víctor Magdalena.

La planta primera alberga el dormitorio principal, un baño y una terraza. En el exterior el jardín, la piscina y las vistas dialogan permanentemente con el interior. Sobre los muros blancos y el tapiz verde un caparazón de acero corten destaca como elemento diferenciador que, con su altura, sobresale sobre la horizontalidad del proyecto.