Ya sea por motivos económicos o de salud, mucha gente decide prescindir del aire acondicionado en el hogar. Si ese es tu caso, aquí te mostramos cinco pequeños trucos que te ayudarán a refrescar la casa y hacer más llevadera la ola de calor.

Crear corrientes de aire naturales

Aquellas ventanas por las que sale el aire deben abrirse completamente, procurando que sean siempre las que dan directamente a la calle. Por el contrario, las ventanas por las que entra el aire las debemos abrir solo un poco. En este caso deben ser las que dan a patios interiores, donde el aire es menor.

De esta forma conseguimos que se generen corrientes de aire naturales en la vivienda, al entrar por una ventana y salir por otro.

Evitar encender los electrodomésticos

Los electrodomésticos son fuentes de calor que cargan el ambiente sin que nos demos cuenta. Aunque algunos como la nevera o el ordenador sean imprescindibles, hay que evitar otros como el lavavajillas, la plancha, el horno o incluso la televisión en las horas centrales del día.

Hay que prestar atención a los tejidos

En las cortinas de la casa hay que apostar por los colores claros y tejidos ligeros para que no se concentre en ellas radiación solar.

Pero no sólo es el caso de las cortinas. Si lo que buscas es refrescar tu casa, uno de los trucos más sencillos es cambiar las sábanas, colchas o fundas para los sillones y sofás por tejidos blancos o de colores claros y suaves como la seda, el algodón o el lino.

Plantas contra el calor

Algunas plantas como las hiedras o las enredaderas ayudan a que el sol incida menos sobre la casa y que entre menos calor si las colocamos en las paredes del balcón. En el interior de la vivienda podremos refrescar el ambiente con las plantas de hojas verdes y de gran tamaño.

Cuando todo lo demás falla: un ventilador y hielo

Con un ventilador, hielo y sal se puede conseguir un sustituto casero del aire acondicionado tradicional. Colocamos un cuenco de metal con hielo y sal delante de un ventilador, si es posible en los marcos de las ventanas dirigiendo el aire hacia el interior de la habitación. La sal hará que le agua helada esté por debajo del punto de congelación.