Es complicado mantener el orden en el hogar durante la semana: el trabajo y las obligaciones dejan poco tiempo libre y cansancio acumulado para tener la casa al día.

Sin embargo es importante conservar el orden en la vivienda, y ya no sólo por una cuestión estética: ahorra tiempo, se aprovecha mejor el espacio, da mayor sensación de confort, invita a la relajación, favorece la salud...

Con unos pocos hábitos al llegar a casa, se puede evitar el caos doméstico y disfrutar de las muchas ventajas de la organización. Tan sólo debes poner en práctica estas costumbres:

Deposita las llaves en una bandeja

Es un clásico: antes de salir por la puerta, te tocas los bolsillos y descubres con terror que no están las llaves. El segundo clásico es invertir cinco minutos en revolver toda la casa en su busca y acabar cogiendo las de repuesto.

Para evitar que eso pase, hazte con una bandeja pequeña vacía bolsillos pequeñay déjala en la entrada para que depositar allí las llaves sea la primera cosa que hagas al regresar a casa.

Descálzate

Son múltiples los beneficios de descalzarse al entrar en casa; el primero de ellos es que evitamos esparcir la suciedad por toda la vivienda. El segundo, sentirse cómodo, nos ayudará a relajarnos con mayor rapidez.

Busca un zapatero para dejar ahí el calzado, también el de las visitas. De este modo, evitarás tropezar con las zapatillas en un momento de despiste y colaborarás en prolongar el orden.

Guarda los abrigos y los bolsos en el armario

Qué ganas tenemos de quitarnos la chaqueta al llegar a casa, pero ni la silla, ni el sofá, ni la bicicleta estática son el lugar idóneo para dejarla. El desorden visual no nos permite desconectar y entrar en modo relajación. Si tienes espacio, coloca un armario para abrigos y reserva un lugar en él para bolsos y complementos.

Deja el móvil en el mismo sitio

Seguro que más de una vez has tenido que llamarte al móvil para saber dónde se escondía. No llegarás a este extremo si te acostumbras a dejar siempre tu teléfono en el mismo sitio, por ejemplo la mesita del salón.

Selecciona el correo

Al abrir el buzón encontramos un montón de sobres y papeles que pueden llegar a acumularse en casa sin que les prestemos el mínimo interés. Para no dejar que esto pase, adquiere el hábito de seleccionar la correspondencia y dejarla en su sitio: publicidad que no interesa, a la papelera; facturas, en la carpeta o el archivador... Si coges esta costumbre nunca llegarás a tener en tu casa una montaña de papeles.

Guarda la compra

Otro de los clásicos del desorden es la cocina, sobre todo cuando llegamos con las bolsas llenas del súper. Siempre hay alguna 'urgencia' que impide guardar la compra a la primera, y de este modo, el suelo, la encimera o la mesa permanecen llenas de alimentos que buscan su sitio.

Aplica la regla de solo un toque, que consiste en tocar solo una vez las cosas y no dejarlas hasta que estén en su sitio. Por ejemplo, nada de dejar el papel higiénico o el paquete de leche en el suelo durante toda la tarde; a la que se saque de la bolsa hay que llevarlo en su sitio, como si tuvieras pegamento en la mano.

Prepara la bolsa de los niños la noche anterior

Cuando se tienen hijos, las mañanas se convierten en una carrera a contrarreloj porque siempre falta tiempo para hacer todo lo que se debe, antes de salir de casa. Así, que para rebajar en un nivel el estrés matutino, es recomendable dejar preparadas las mochilas de los pequeños la noche anterior.

Como ves, se trata de pequeñas acciones fáciles de aplicar que te ayudarán a mantener la organización del hogar y esquivar el desorden. Con tu casa más recogida, te sentirás más a gusto y tranquilo.