Planchar es una de las tareas domésticas más odiadas. El hecho de tener que colocar la mesa de planchar, enchufar la plancha y después ir pasándola por encima de todas y cada una de las prendas elegidas es un auténtico tedio.

Aunque en muchas ocasiones es inevitable pasar por todo el proceso del planchado, en otras muchas podemos ahorrarnos mucho esfuerzo siguiendo los siguientes trucos.

Vapor de la ducha

Si vas a ducharte con agua caliente aprovecha para llevar al baño aquellas prendas que quieras alisar, como por ejemplo, blusas, camisas, vestidos o camisetas. Cuélgalas en el servicio durante 15 minutos y comprobarás cómo el vapor hace desaparecer las arrugas sin esfuerzo.

Usar un colchón

Antes de acostarte, pon la ropa que desees planchar debajo del colchón. Debes desplegar las prendas de forma individual y dejarlas bajo el peso del colchón durante al menos una hora.

Plancha para el pelo

Este truco es fantástico sobre todo para los viajeros. Las planchas del pelo quitan las pequeñas arrugas de los puños o cuellos. Pasa la plancha de la misma manera que lo haces con tus mechones y despídete de los dichosos pliegues.

Secador de pelo

Cuelga la prenda a la que quieres quitarle las arrugas en una percha. Enciende tu secador de pelo a su mínima potencia y dirige el aire hacia las zonas arrugadas. El resultado será espectacular y no te llevará nada de tiempo.

Colgar la ropa en perchas

Cuando guardamos la ropa en el armario, la mejor manera de evitar arrugas es utilizar las perchas. De hecho, si colgamos las camisas, jerséis o camisetas de una percha en cuanto salen de la lavadora, y las dejamos secar así, evitaremos cualquier marca de pinzas o de un mal colgado.