No hay nada más desagradable que el olor a húmedo en la ropa. Por más que se laven una y otra vez el olor persiste en cuento la prenda se humedece. Da igual si se usa suavizante. Ahí queda el olor y en muchas ocasiones la prenda acaba en la basura. Lo mismo ocurre con las toallas, tanto las de baño como las de la playa. El peligro de guardar húmeda una toalla en un espacio poco ventilado siempre está ahí y es el origen de este desagradable olor, que puede arruinar cualquier día de playa y sol.

Ahora que el verano llega a su fin es conveniente tomar medidas para evitar que los bañadores y las toallas de la playa se guarden húmedos para evitar malos olores la próxima temporada. El método para garantizar el correcto almacenamiento de este tipo de prendas y ropa del hogar es muy sencillo. Se trata de tejidos que, por lo general, se han usado mucho durante los últimos meses, tanto en la playa como la piscina. Es muy común que casi siempre volvamos a casa con el bañador húmedo y las toallas un poco mojadas y guardarlos así sería desastroso.

El secreto para evitar el olor a húmedo

Para evitar el olor a húmedo es conveniente que las prendas estén bien secas y ventiladas. La recomendación es lavarlas en la lavadora con un suavizante perfumado y en un ciclo de duración media, con agua fría para evitar que se encojan y que, en el caso de las toallas, pierdan esponjosidad. Si todavía hace sol, y tras el centrifugado, hay que dejar secar muy bien tanto las toallas como los bañadores durante horas para garantizar que no haya ni rastro de humedad. Otra opción es usar una secadora para el caso de las toallas. En este caso, es conveniente utilizar un programa adecuado al tipo de tejido para evitar su deterioro pero, a la vez, que consiga su completo secado.

Truco para mejorar el olor en el armario y evitar la humedad

Una vez completado el ciclo de secado al aire o en la secadora ya se pueden almacenar las toallas y los bañadores hasta la próxima temporada. Para mejorar el aroma y evitar la humedad se pueden utilizar pequeñas bolsas de sal aromatizada con hierbas como lavanda para absorber cualquier resto de humedad que pudiera quedar y darle al tejido una agradable fragancia.