Cómo recuperar el brillo de tus ollas y cacerolas en menos de 1 minuto y que luzcan como si estuviesen sin estrenar

Te damos un remedio casero y natural que dejará de nuevo resplandecientes todas tus piezas de acero inoxidable

Cómo recuperar el brillo de ollas y cazuelas en menos de 1 minuto.

Cómo recuperar el brillo de ollas y cazuelas en menos de 1 minuto. / Oleksandr Kondriianenko

Uno de los elementos más comunes en las cocinas de media Europa son las baterías de cocina de acero inoxidable, unas piezas que, después de ser utilizadas durante años para guisar infinidad de recetas, permanecen intactas y sin apenas desperfectos. No en vano están hechas con un material conocido por su durabilidad y resistencia, así como por su capacidad para no alterar sabores ni olores.

Sin embargo, su uso continuado acaba por provocar pérdida de brillo en las cacerolas o cazos, así como un aspecto general deslucido. En ocasiones, incluso sólo con hervir agua un par de veces ya aparece una capa opaca sobre el acero inoxidable que le resta esplendor y que es muy difícil de eliminar. Quien viva en una zona de agua dura, sabe perfectamente de qué se trata.

Así que tareas sencillas como hervir un huevo o escaldar unas verduras pueden provocar que las cacerolas aparezcan apagadas, con aspecto un tanto sucio pese a estar limpias y notablemente envejecidas. Ni siquiera frotando con ímpetu después de cada uso se recupera el aspecto original de la pieza de acero inoxidable, lo que provoca la desesperación de quien siempre quiere tenerlo todo impecable.

El truco de limpieza para dejar impecable la cocina

Con este sencillo truco de limpieza, sin embargo, es posible recuperar en tan sólo unos segundos el brillo natural del acero inoxidable y devolver a esas cacerolas y cazos (y al resto de elementos de la cocina, como el fregadero) un aspecto resplandeciente. Y todo con un producto natural: el vinagre.

En caso de tener en casa vinagre blanco de limpieza, puedes utilizarlo a la hora de fregar las piezas de la batería de cocina y, así, retornarles el lustre original. No hay que hacer nada más que frotarlas con un chorrito de vinagre antes de enjuagarlas y quedarán impecables.

No obstante, ni siquiera es imprescindible disponer de vinagre de limpieza, puesto que el vinagre de vino blanco o el vinagre de manzana conseguirán también excelentes resultados. Y tampoco es necesario fregar las cacerolas de acero inoxidable de esta forma cada vez que se utilicen, sino que con frotarlas de vez en cuando con vinagre antes del último enjuague o cuando empecemos a ver que se ponen opacas, será más que suficiente para darles un correcto mantenimiento y conservarlas con un aspecto brillante e impecable, además de para desinfectarlas de una forma natural y tremendamente eficaz.