El mejor método para limpiar el horno en frío: queda impecable y sin rastro de grasa

Es uno de los electrodomésticos más pesados de limpiar pero con este truco emplearás poco tiempo y obtendrás resultados excelentes

I. Roma

Limpiar el horno después de utilizarlo es, probablemente, una de las tareas de limpieza más tediosas porque suele acometerse después de una excelente y (a veces) copiosa comida. Y lo peor es que, de manera muy habitual, hay que limpiar el horno en una postura muy incómoda: agachados o de rodillas, lo que dificulta enormemente la tarea. Además, hay que enfrentarse a la grasa incrustada y es difícil de arrancar de las paredes y de las piezas del horno, con lo que la faena aún se vuelve más tediosa y pesada.

Sin embargo, hay un truco definitivo para limpiar el horno: usar vinagre y bicarbonato. Es muy fácil y apenas te llevará un rato. Y lo mejor de todo: el horno se quedará libre de grasa y casi como recién comprado. Olvídate de los agresivos productos de limpieza que venden: no son más que sustancias químicas que pueden dañar la protección de tu horno y lastimarte la piel. Además, son mucho más caros que lo que te costará el vinagre y el bicarbonato que necesitas para limpiar el horno.

Cómo limpiar el horno con vinagre y bicarbonato

A continuación, te explicamos el mejor truco de limpieza para dejar el horno impecable. Lo primero de todo, hazte con unos guantes para protegerte las manos y con un cuenco para realizar la mezcla con la que limpiarás este electrodoméstico. Asimismo, necesitarás una bayeta para retirar el producto y un pulverizador (también puedes pasar una bayeta impregnada, pero con el pulverizador empaparás más las paredes) para aplicar el vinagre.

El primer paso es mezclar el bicarbonato con unas cucharadas de agua hasta que consigas una especie de puré o pasta. Luego, debes sacar todos los elementos extraíbles del horno, como las bandejas, la rejilla o los soportes de la pared sobre los que descansan las bandejas y darles un enjuague con agua caliente para ablandar y arrancar toda la grasa que puedas. Luego, aplícales la pasta de bicarbonato y déjala actuar al menos durante 30 minutos. Pasado este tiempo, enjuaga y friega con una gota de lavavajillas y vinagre para, a continuación, volver a enjuagar abundantemente y poner a secar.

Ahora, enfréntate al horno. Lo primero de todo es volver a untar todas las paredes y el suelo del electrodoméstico con la pasta de bicarbonato. Si es necesario elaborar más, hazla; no lo dudes, es preferible que te sobre pero que todo quede limpio e impecable. Además, cuesta poco dinero, así que si finalmente tienes que tirar algo de pasta de bicarbonato, no pierdes más que unos céntimos.

Tras untar bien todas las superficies interiores del horno, deja actuar la pasta de bicarbonato durante varias horas (es mejor si lo haces por la noche y dejas actuar la pasta hasta la mañana siguiente). Cuando vayas a retirarla, utiliza un estropajo humedecido y ve quitando la pasta hasta que todo el horno quede limpio. No te preocupes si aún quedan algunos restos de bicarbonato o grasa adheridos a las paredes del electrodoméstico, puesto que desaparecerán en el siguiente paso.

Lo normal es que ya hayas notado los excelentes resultados obtenidos por la pasta de bicarbonato en el horno, pero aún te vas a sorprender más. Ahora tienes que poner vinagre en un pulverizador y rociar las paredes y el suelo del electrodoméstico. No te preocupes si sale más espuma. Es normal. Déjalo actuar unos minutos y, luego, enjuaga con una bayeta húmeda hasta que retires todo el producto. A continuación, seca con un paño suave o deja el horno entreabierto para que se seque por sí solo.

Limpiar el horno con vinagre y bicarbonato no sólo es eficaz y barato, sino que también te garantizas que no has usado productos agresivos contigo o con el medio ambiente y que, por lo tanto, aunque no enjuagues el electrodoméstico a la perfección, los restos de la limpieza no serán perjudiciales para ti o los tuyos.