Hubo un tiempo en que Barcelona era considerada la ciudad más flamenca de España, una urbe más andaluza que la propia Andalucía. Era, literalmente, la capital del flamenco. Leo y releo la rigurosa tesis de Montse Madridejo 'El flamenco en la Barcelona de la exposición internacional 1929-1930' (Edicions Bellaterra, 2012) para que no me queden dudas. No faltan datos que avalen su teoría.Cuatrocientos artistas, más de cien locales, casi veinte espectáculos diarios. Y un sinfín de crónicas encendidas de los periodistas de la época con auténticas perlas...