La primera imagen es siempre un estereotipo: el intelectual como ser proclive al aislamiento que reflexiona primero y después diserta sobre el mundo que le rodea. Pero ¿es justa esa imagen? ¿Se corresponde con la realidad cambiante del siglo XXI? Para empezar, las cuatro mujeres de este reportaje se resisten a considerarse intelectuales.