La ex tenista ha estado mucho tiempo callada, pero parece que ha llegado el momento de contar su historia y plasmarla en unas memorias. En sus palabras deja constancia de que el tenis ha sido su vida, pero también que la relación con su familia está rota y todo por problemas económicos.

Tras 17 años en las pistas, con raqueta en mano y alejada de toda la vida social, Arantxa Sánchez Vicario se retiró "para conquistar su libertad".

Según ha resumido 'La Otra Cónica' de 'El Mundo', la protagonista cuenta en 'Arantxa ¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer', sus padres tuvieron potestad en ella durante toda su carrera.

"Mi madre decidía sobre mi pelo, mi ropa... Cuando me compraba algo por mi cuenta, rara vez le gustaba", señala la ex tenista acerca de Maria Vicario.

De su padre, Emilio Sánchez, señala que este se encargo de administrar y gestionar sus intereses. "Mensualmente me otorgaba una cantidad de la que yo le daba cuenta puntual", añade.

En la actualidad, la protagonista no tiene ningún tipo de relación con ningún miembro de su familia.

Tras la retirada llegó la sorpresa y con ella la decepción. Y es que según ha estimado Arantxa en los 17 años de carrera "ganó 45 millones de euros". Una cifra de la que jamás disfrutó.

Los problemas con Hacienda aún están en manos de sus abogados, ya que las liquidaciones tributarias de los años 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993 no fueron pagadas por constar su residencia fiscal en Andorra.

"Me han dejado sin nada, estoy endeudada con Hacienda y mis propiedades son muy inferiores a las que tiene por ejemplo mi hermano Javier, que a lo largo de su vida ha ganado mucho menos que yo", zanja.

Por si todos los problemas económicos fueran pocos, su matrimonio con Pep Santacana tampoco fue algo que gustó. De hecho, "la familia se opuso rotundamente al enlace".

Sin embargo, Arantxa encontró en Pep una persona diferente. "Pocas semanas después del anuncio del enlace llegó a los medios una serie de informaciones sobre Pep en las que se hablaba de problemas financieras y deudas (...), pero con lo que nadie contaba es que Pep me lo había contado todo".