La revista "Interviú", del Grupo Zeta, ha asegurado que el reportaje que ha publicado sobre los orígenes profesionales de Pilar Rubio como modelo incluye fotografías que la presentadora y actriz cedió a la empresa editora y por las que ella recibió una contraprestación económica.

Así lo han señalado a Efe fuentes de la revista, después de que ayer la presentadora y actriz acusara a la publicación de publicar unas fotos de ella, desnuda, hace catorce años, sin su autorización, por lo que estudiaría demandarla.

Las citadas fuentes consideran que la revista ha realizado "un amplio reportaje sobre los inicios profesionales de una de las estrellas televisivas más demandadas de nuestro país, al igual que lo hizo con otros personajes del mismo interés social en anteriores ocasiones y lo seguirá haciendo en el futuro".

Estiman además que la publicación ha abordado sus orígenes profesionales con "la mayor deferencia y admiración ante una persona que comenzó como modelo fotográfica y publicitaria para revistas y ha logrado ocupar un lugar preeminente en el panorama nacional".

Para ello, ha utilizado, según las fuentes, y como es habitual en este tipo de reportajes de los que ya han sido protagonistas estrellas tan renombradas como Marilyn Monroe, Madonna o Penélope Cruz, el material necesario que reflejara informativamente esos comienzos laborales de Pilar Rubio, "la inmensa mayoría del cual obraba en los archivos del Grupo Zeta".

El reportaje informativo sobre los orígenes profesionales de Pilar Rubio publicado por la revista contiene, según la revista, tres sesiones fotográficas distintas.

Una de ellas fue realizada para ilustrar la portada de la revista "Tiempo" y un reportaje sobre la censura, en el que la modelo posa en topless, si bien la editora optó entonces por "retocar la foto", según las fuentes.

Otra "amplia sesión" fue realizada, según las fuentes de la revista, para ilustrar la portada de un suplemento de Motor y la carta del director de Interviú.

Y una tercera como imagen publicitaria de una campaña sobre una colección de cine erótico de la revista, que constaba tanto de películas como de fichas coleccionables.

Esa sesión, según la revista, fue difundida en soportes publicitarios, en las carátulas de las propias películas y en las fichas coleccionables durante muchos años.

"Pilar Rubio cedió ese material a la empresa editora y recibió la correspondiente contraprestación económica por dicha cesión", han concluido.