Miley Cyrus no se aparta de los tabloides, ya sea por su carrera musical, de actriz o sus citas amorosas. Esta vez se trata de la portada de Vogue, nada insignificante.

Anna Wintour, la conocida editora jefe de Vogue en su edición americana, había decidido encumbrar a Miley como icono fashion del momento, un placer por el que matarían muchos. Wintour es todo un icono de la moda, una de las personas con más poder de toda la industria. Y por cierto, en ella se basa el libro y película "El diablo se viste de Prada".

Sin embargo, después de la bochornosa actuación (como la han calificado muchos) Wintour no ha tardado nada en darle carpetazo, ya que no le agradó en absoluto el comportamiento de la joven o su extraña vestimenta.

Como ha contado una fuente cercana, está muy disgustada con la actuación de Miley y ha decidido que había que cambiar inmediatamente la portada del número de diciembre y la dirección en la que iba.