La supermodelo brasileña Alessandra Ambrosio llegó el viernes por la mañana a Ibiza y en seguida se dirigió a la playa de ses Salines, donde durante la tarde tomó el sol en una tumbona del local Beso Beach hasta que llegó la hora de ver por televisión el partido en el que la Canarinha se enfrentó, en cuartos de final, a Bélgica... Su equipo perdió, por lo que quedó eliminado del Mundial de Fútbol que se disputa en Rusia.

Ver cómo su selección era batida por la belga no debió de sentar nada bien a la exángel de la marca Victoria's Secret, que hasta hace pocos días fue una más de la animada torcida brasileña en tierras rusas. Ambrosio se fotografió el 27 de junio en el estadio del Spartak con la camiseta verde-amarela, firmada por todos los integrantes del equipo, incluido Neymar, que en este mundial se ha destacado más por sus 'croquetas' que por sus goles.

De hecho, Alessandra Ambrosio colgó el viernes en su cuenta particular de Instagram una foto en la que aparecía bañándose en las cristalinas aguas de ses Salines con el agua hasta donde acaba la espalda y vistiendo su inseparable verde-amarela, anudada a su plano vientre.

Tras su paso por Moscú, la brasileña pasó por Capri, París y Berlín por motivos profesionales. Ahora pasa unos días en Ibiza junto a unos amigos, tal como se aprecia en las imágenes, en las que se ve cómo conversa con ellos mientras se relajan en unas cómodas tumbonas. La modelo rompió este año su relación con el empresario Jamie Mazur, con el que ha tenido dos hijos (de cinco y nueve años de edad) y ha estado prometida desde hace una década.