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Juicio

Caso cerrado para la justicia argentina: la asturiana Honorina Montes no es la madre del cantante Luis Miguel

La Corte Suprema de Buenos Aires desestima la demanda presentada por unas primas del artista por presunta suplantación de identidad, cuando ellas eran las que abonaban la tesis inverosímil de que la mujer natural de Bimenes era la madre del cantante

Honorina Montes y Marcela Basteri.

No hay caso Marcela Basteri. La Corte Suprema de Argentina acaba de tumbar el último intento de familiares del cantante Luis Miguel por tratar de atribuir a Honorina Montes, natural de Bimenes (Asturias), la identidad de la desaparecida madre del artista. Tres años después de que un vídeo en el que una mendiga en Buenos Aires hablaba de forma inconexa cuando era preguntada por unos reporteros sobre su presunto parecido con Marcela Basteri, la justicia argentina ha dado por liquidada una polémica que se dirimió en los platós de televisión, pese a que las administraciones tenían claro el asunto desde el principio.

Esta es una historia rocambolesca, con tintes surrealistas, pero que ha generado muchas horas de televisión en los programas del corazón o cotilleo de varios países de Hispanoamérica y seguramente ha logrado que alguien se embolsara dinero.

El relato arranca hace casi 30 años, cuando la familia de Honorina Montes, una joven que había salido de su pueblo de Bimenes y cuya pista se había perdido, decidió darla por muerta. La última vez que Honorina Montes había visitado a su familia fue en el año 1992: les dijo que no quería saber más de ellos y entonces se esfumó. Sus parientes sospechaban, por el carácter de Honorina Montes, que había podido ingresar en alguna secta. Trataron de averiguar su paradero con ayuda de la Policía, pero no hubo ninguna pista. En Bimenes quedaron su hermano, Rubén Montes, y su madre, Dolores García Campal. Para cubrir el vacío, asumieron que había fallecido e incluso encargaron misas por su alma.

El giro inesperado se produjo a raíz de que una "youtuber" argentina colgase en su canal instantáneas y vídeos de una indigente que vivía en las calles de Buenos Aires y que guardaba un gran parecido con Marcela Basteri, la madre de Luis Miguel, de quien no se tuvieron noticias desde 1985. Ese hecho, sumado al estreno de la serie en Netflix sobre la vida del cantante Mexicano, desató una fiebre de elucubraciones entre los medios locales. La indigente era Honorina Montes, pero eso aún no se sabía. Las cámaras la rodearon e interrogaron y los vídeos se hicieron virales en internet.

Las pistas para reconocerla y conocer su procedencia pasaron inadvertidas para los periodistas argentinos, que no encontraban sentido a muchas de las respuestas dadas por la mujer. En ellas, Honorina nombraba su pueblo en el concejo Bimenes. "Luis Miguel es un cantante de Bimenes, Asturias; de Tuenes, de Les Collaes, de Bimenes: id a Bimenes a pedir información, allí se lo dirán todo", llegaba a decir ante la cámara.

Muchas de sus respuestas no tenían sentido: hablaba sobre el Euskera, de Calahorra, de Jaén en Andalucía... Aquellas pistas hicieron sospechar a los periodistas argentinos sobre el posible origen español de la indigente. En otras de las intervenciones, la mujer emplaza a la entrevistadora a ir a "la escuela de Les Serruques y a la Campa la Pría, allí teneís toda la información. Allí está Luis Miguel, Pepa Muñiz, Marcela, Marcelo, Isabel, Cardín, Antuña y el ñal de yerbata y de pegues y de glayos", con una clara alusión a diferentes tipos de pájaros en asturiano.

El vídeo acabó visionado por personas de Bimenes que contactaron con Rubén Montes, quien reconoció tanto a su hermana como las referencias locales de las que hablaba. Honorina Montes había crecido en Tuenes, a la sombra de Peñamayor. Ella y su hermano jugaban de niños en La Campa la Pría. A los 18 años empezó a perder la cabeza y tuvo que ser ingresada durante quince días en un psiquiátrico. No le gustaba medicarse, lo que provocaba que tuviera alucinaciones, según refirieron los vecinos. Con 26 años se había ido a Estados Unidos y después vivió una temporada en Madrid. En 1992 había vuelto en autobús y días después se marcho sin que volvieran a saber de ella. Ahora, comprobaban sin dudas que era la indigente a la que perseguían las televisiones argentinas.

"Vi el vídeo y no me sonaba la voz, la tenía como cambiada, pero sí, era ella, eran sus rasgos, era su casa. Es increíble, creíamos que estaba muerta", aseguró en su día Rubén Montes, minero retirado, a LA NUEVA ESPAÑA, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio.

Al tiempo que la familia y el Gobierno regional buscaban formas para conocer el estado de salud de Honorina Montes y valoraban la repatriación, familiares del cantante Luis Miguel abonaron la tesis conspiranoica de que la mendiga era Marcela Basteri. El cantante y su entorno jamás se pronunciaron sobre el asunto, pero primas de Luis Miguel hicieron ronda por los programas televisivos y, con asesoría legal, insistían en que era necesaria una prueba de ADN al tiempo que trataban de bloquear cualquier repatriación.

Mientras, el gobierno argentino, en colaboración con la embajada española, buscó alojamiento para Honorina Montes. Dado el estado de su salud mental quedó ingresada en el Hospital Moyano, pero incluso allí trataron de colarse (y lo consiguieron) las primas lejanas de Luis Miguel, para grabarse imágenes con la asturiana y seguir nutriendo la falsa especulación.

Lo cierto es que las autoridades españolas nunca dudaron de que aquella indigente era Honorina Montes. Lo demostraba el cotejo de las huellas dactilares. Y además, incluso existían registros de su entrada en Argentina, vía Uruguay. No había caso ni misterio.

El gobierno asturiano puso a disposición de Honorina Montes una plaza en una residencia, cerca de su familia, y se iniciaron los trámites para su repatriación. Pero ese deseo, tras varias incidencias y retrasos, chocó con la propia voluntad de Honorina Montes, que no quería regresar a España, por lo que los parientes asturianos sopesaron incapacitarla para forzar su vuelta a España.

Pero entretanto, las primas lejanas de Luis Miguel iniciaron una batalla judicial que terminó incluso con una demanda penal por suplantación de identidad. La Corte Suprema de Argentina ha desestimado este recurso, lo que anula cualquier pretensión de forzar una prueba de ADN. Horas y horas de encendidos debates en platós de televisión y de polémicas teorías han terminado en nada, después de tres años de cíclicas insinuaciones que ahora la Justicia descarta.

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