El nombre de Fiona Ferrer está indiscutiblemente ligado al mundo de la moda y, consolidada como una de las estilistas más populares de nuestro país, no se ha querido perder la primera jornada de la MBFW Madrid. En el front row del desfile de Andrés Sardá y después de un verano que define como "increíble", nos ha contado cómo vivió el reencuentro de Enrique Ponce y Paloma Cuevas - de los que es íntima amiga desde hace años - en la comunión de su hija Bianca, que se celebró el pasado sábado en la finca que el torero posee en Navas de San Juan (Jaén).

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Así es la finca que Ponce ha puesto en venta y en la que Paloma Cuevas ha vetado a Ana Soria ED

"Muy bien, muy bien. La comunión te la calificaría de diez. La verdad es que Enrique y Paloma estaban cariñosísimos, relajados, como una familia. Fue muy bonito y muy emotivo", desvela Fiona, confirmando así la buena relación que mantiene la expareja tras la reciente firma de su divorcio un año después de su sorprendente separación y de saltar a la luz el romance del diestro con la almeriense Ana Soria, 27 años menor que él.

"Después de veintiocho años de relación sería muy extraño que se llevaran mal, ¿no?", apunta la estilista, confesando que tanto Ponce como Paloma "son grandes personas y yo los quiero muchísimo".

Confirmando que Enrique cantó en la comunión y lo hizo "muy bien" para deleite de todos los invitados protagonizando un momento muy "divertido y muy emotivo", Fiona prefiere no aventurar si el futuro del valenciano pasa por la música tras su retirada de los toros a comienzos de verano: "Uy, de eso no tengo ni idea, pero sí cantó muy bonito".

Soltera y sin compromiso, la socialité tiene muy claro qué tiene que tener el hombre que la enamore. "Que sea simpático, que tenga sentido del humor y que se deje de complejos, del que dirán y tonterías porque la vida está para vivirla y no para que te la cuenten y que es un momento para estar relajados y disfrutar del momento", confiesa.