Con miles de kilómetros a sus espaldas, Jon Kortajarena sueña con tumbarse en su sofá, que no necesariamente sitúa en Bilbao, el lugar donde nació y sigue viviendo su familia. Madrid, París, Nueva York, Milán forman parte de su ruta habitual, y lo que más desea si el trabajo le permite un respiro es olvidarse de los aviones y sobre todo de los hoteles: "Los odio y soy incapaz de relajarme en un hotel. Sueño con mi espacio, mis cosas".

¿Su día perfecto?

Cuando estoy en casa, en Bilbao, me encanta salir al monte con Ator, un perro abandonado que adopté. Disfruto con él, es un animal maravilloso, y me va bien para evadirme y descansar de verdad.

¿Tiene algún significado el árbol que lleva tatuado en la nuca?

Es una especie de diario, el mapa de mi vida, de mi viaje personal. Simboliza las experiencias que más me han marcado. Y lo iré completando con lo que vaya ocurriendo en el camino.

¿Cumple con el tópico de que a los vascos les gusta comer o se modera para mantener el cuerpo a raya?

Soy de muy buen comer. Me parecen igual de deliciosos unos huevos fritos con patatas que unas ostras, o alubias?

¿Practica algún deporte?

Correr y nadar cuando puedo, pero no me machaco en el gimnasio.

¿Cine de autor o superproducciones?

Películas que cuenten historias, que hablen de sentimientos. Una de mis favoritas es Las amistades peligrosas.

¿Tiene algún fotógrafo preferido?

Tengo un especial cariño por Jaume de Laiguana, es de los primeros que me dieron una oportunidad. Con él trabajo relajado y confiando en los resultados.

¿Es más de libros o de videojuegos?

Prefiero leer, aunque en los viajes me cuesta concentrarme en la lectura.

¿Cómo se entretiene en los vuelos?

Las esperas me sirven para pensar, aunque no para tomar decisiones importantes: no suelen ser las acertadas. Aprovecho para hacer cosas mecánicas, llevar las cuentas, organizar la agenda..

¿Agenda electrónica, iPad?

Soy más de boli y papel, pero muy organizado.

¿Y dónde queda la música?

Me gusta escucharla cuando puedo, pero nunca para matar el tiempo.

Parece tener buen carácter, tendrá muchos amigos.

Puedo contarlos con los dedos de una mano.

¿Vive en un mundo demasiado frívolo?

Depende de cómo te relaciones. Si eres sensato, eres más solitario. Cuando estoy fuera noto que me falta una identidad cultural, porque aunque hables bien el idioma cuesta sentirse plenamente integrado en otro país.

¿Se imagina su futuro lejos de las pasarelas y los objetivos?

Ni idea de lo que haré dentro de diez años. Lo que tengo claro es que me gustaría crear de una forma más profunda de lo que te permite la moda.

Más información en