El ajetreo del día ha día provoca que en la mayoría de los casos no podamos dedicar el tiempo que queremos o debemos a nuestras mascotas. Sobre todo debido a las obligaciones laborales, desde el momento en el que decides adoptar a un perro, tienes que comenzar a educarle para que se acostumbre a estar solo en casa. No obstante, los especialistas advierten que no es nada recomendable que un cachorro recién adoptado pase horas y horas solo, ya que podría causarle problemas irreversibles, inseguridades y miedos.

Si el perro en cuestión tiene tan solo unos meses hemos de ser conscientes de que lo más seguro es que se acabe de separar de su madre, y que para el animal tú no eres más que un extraño que debe ganarse su confianza. Por esta misma cuestión, los dueños pasan a ser como su madre, y se debe seguir el mismo proceso que en este caso llevan a cabo los canes, y que consiste en que debe ser el propio cachorro el que se aleje y tome distancia poco a poco de la madre. No debes desesperarte ene l proceso, ya que es algo que va en su naturaleza y que acabará haciendo más tarde o más temprano.

Hay un mito que circula y que asegura que si un perro llora, debes dejarle llorar sin prestarle atención, para que se acostumbre. Sin embargo, se ha demostrado que este método no tiene ningún tipo de efectividad, y que tiene incluso consecuencias negativas, ya que puede provocar que el perro se sienta desatendido, creando una falta de confianza hacia el dueño en cuestión.

Durante el proceso, debes aportarle seguridad y tranquilidad al cachorro con muestras de cariño y afecto, demostrándole que puede confiar en ti. Y ahora la cuestión, después de todo lo dicho ¿Cómo puedes conseguir que tu perro se acostumbre a estar solo en casa? Pues dejándole solo por breves instantes, pero sin abandonar el domicilio. Si él está en el comedor, por ejemplo, ve a otras habitaciones, y regresa al rato.

Puede que puedas pensar que esta fórmula no será efectiva, y que más bien puede generar una dependencia de tu perro hacia ti, pero eso no es cierto. Debes continuar haciendo desapariciones progresivas, cada vez de más tiempo, para que así tu perro se vaya acostumbrando a estar solo, que compruebe que no pasa nada cuando no está acompañado, y sobre todo que aunque te vayas, después siempre vuelves con él.