Las calvas no son sólo cosa de humanos. Los gatos, esos elegantes animales, famosos por su independencia y pelaje único, también pueden experimentar con frecuencia una masiva caída del pelo hasta el punto de generar calvas en su extraordinario pelaje y, en ocasiones, incluso heridas abierta. No es infrecuente, aunque las causas son muchas y diversas. Así que, si tu gato empieza a presentar calvas, observa su comportamiento porque será la mejor pista para averiguar qué le sucede y adoptar las soluciones necesarias.

Las calvas en los gatos no están relacionadas con la muda cíclica del pelo que se repite cada año durante los meses más cálidos, sino que se trata de una caída excesiva que da lugar a la pérdida completa (o casi completa) del pelo en determinados puntos del cuerpo. Los motivos son variopintos, aunque deberás prestar atención a determinados aspectos para intentar detectar cuál es el origen de esas calvas en tu gato.

Lo primero es que observes dónde tiene falta de pelo, cómo es el estado de su piel y cuál es su conducta. Tal vez tu mascota ha estado lamiéndose en exceso en esa zona hasta el punto de arrancarse el pelo con la lengua porque tiene algún tipo de infección en la piel, o bien se debe a la presencia de parásitos, o a un comportamiento compulsivo por estrés o ansiedad. Por eso es fundamental que observes cómo actúa tu gato para poder darle toda la información necesaria al veterinario.

Qué causa las calvas en los gatos

A continuación, no obstante, te contamos las posibles causas de esas calvas que ves en el pelaje de tu gato:

  • Tiña felina, que se origina por infecciones por hongos en la piel y que es bastante frecuente. Origina calvas en forma redondeada y que se localizan fundamentalmente en la cabeza, detrás de las orejas y en el lomo. Suele darse en gatos jóvenes o en animales con pocas defensas. El veterinario será quien determine qué tratamiento debe tomar el felino.
  • Sarna, que es un tipo de dermatitis en función del ácaro que la provoca y que puede provocar descamación y presencia de costras en la cabeza y cuello de los gatos adultos o sólo afectar a las orejas y área de la cabeza.
  • Parásitos, lo que obliga al gato a rascarse frecuentemente por el picor que le producen
  • Alergias, que también aumenta la necesidad de rascarse del felino y que pueden llegar a provocarle incluso úlceras
  • Acicalamiento excesivo por estrés o ansiedad, que implica un lamido excesivo y que suele dejar calvas en lugares diferentes a la cabeza, como la barriga, la zona perianal o el lomo. Su ansiedad se puede disparar por diferentes motivos, como un cambio en los hábitos del animal o en su alimentación, una mudanza o la llegada de un nuevo miembro a la familia, entre otros.

Las calvas en los gatos pueden deberse a un acicalamiento excesivo por estrés o ansiedad. Pixabay

Dado que hay bastantes posibles causas para las calvas de tu gato, resulta fundamental que observes al animal para saber si últimamente se ha enfrentado a una situación de estrés o si ha estado en contacto con otros gatos o ha podido visitar algún lugar en el que coger parásitos. Toda esa información ayudará tremendamente al veterinario a la hora de descartar o no problemas más graves.