Casi todo el mundo coincide en una de las frases más lúcidas que se han pronunciado en la historia. El autor, Lord Byron: "cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro". Y hay gente que se lo toma al pie de la letra y en el momento de la (última) verdad, es en su amigo de cuatro patas en quien confían para legarles su herencia.

De hecho, a finales del año pasado salió a la luz la noticia de que un empresario millonario de Tennesse, Bill Dorris, legó a su border collie Lulú  una herencia de cinco millones de dólares.  Otra mascota afortunada fue el maltés Trouble de la magnate inmobiliaria de Nueva York, Leona Helmsley, que recibió dos millones de dólares que se dividieron entre seguridad (había recibido 20 amenazas de muerte), aseo, gastos médicos, comidas y salario para su tutor. Otro caso sonado fue el del millonario editorial británico, Miles Blackwell, que en 2002 dejó a su gallina Gigoo 15 millones de dólares. 

No solo se han dejado herencias a perros y gatos Cottonbro / Pexels

Pero ¿puedo dejarle mi herencia al perro?

"No, según nuestro sistema legal es imposible", explica la abogada Pilar Jové. "Los animales no tienen capacidad para ser herederos porque no son sujetos de Derecho". Esto sigue sucediendo en el Código Civil español pese a la ley 17/2021 que reconoce su cualidad de seres vivos dotados de sensibilidad. Con esta nueva normativa se ha ganado mucho terreno en el bienestar animal pero no al nivel de poder ser nombrados herederos de una persona.

Al hilo de esta ley lo que sí se ha conseguido es que nuestras queridas mascotas estén más protegidas en el caso, por ejemplo, de la separación de sus propietarios. "Ahora los animales domésticos pueden estar sujetos a un régimen de visitas en el divorcio de un matrimonio. Se les quiere mucho y de esta forma no se priva a ninguno de los dueños de disfrutar de la mascota", explica la letrada.

No se puede dejar la herencia a un perro, gato u otras mascotas, sin embargo sí se puede optar por otra fórmula: traspasar la posesión del animal. Es decir, el propietario deja en sus últimas voluntades que la mascota quede a cargo de otra persona, sí se puede cumplir. Además también sería posible que se destinara una cantidad de dinero para los cuidados del animalito, eso sí "siempre que no afectara a la legítima", puntualiza Pilar Jové.

Lo que ocurre es que esto ya es más complicado puesto que sería necesario que una tercera persona estuviera pendiente de que se cumpliera lo deseado con respecto al bienestar del animal.