Todas las enfermedades que pueden afectar a tu gato

Cada especie tiene más propensión a desarrollar unas u otras patologías, y los felinos domésticos no son una excepción

Las enfermedades más comunes en los gatos

Cada especie tiene más propensión a desarrollar con el tiempo unas u otras patologías. Los gatos no son una excepción, y aquí podrás consultar sus enfermedades más comunes.

Uno de los motivos que generan más visitas al veterinario de los dueños de gatos son los problemas urinarios, entre ellos la cistitis idiopática felina. Se presenta con la misma frecuencia en machos y hembras, y no es precisamente fácil de diagnosticar.

¿Qué es la cistitis idiopática felina?

Es un trastorno inflamatorio no infeccioso, especialmente necesario de detectar pronto para poder actuar a tiempo. Es bastante dolorosa para los gatos, y más del 60% de los cuadros no obstructivos del tracto urinario inferior de los gatos menores de diez años.

Normalmente suele desaparecer de manera espontánea a los pocos días si, como hemos dicho, no se produce una obstrucción de las vías urinarias. No obstante, en algunos casos puede volver a aparecer o incluso volverse una enfermedad crónica.

En los casos en los que no se produzcan problemas obstructivos de las vías urinarias lo habitual es que los gatos tengan síntomas como dolor al orinar o presentar sangre en la orina, al igual que orinar muchas veces pero poca cantidad. Además, es bastante común que orinen fuera de su bandeja de arena.

Por otra parte, en los supuestos en los que sí que se presentan problemas obstructivos de las vías urinarias, los gatos van en reiteradas ocasiones a la bandeja para orinar, pero no consiguen hacerlo. En algunos casos podrían incluso presentar otros síntomas como vómitos.

Otra de las enfermedades más comunes en los gatos relacionada también con los problemas urinarios es la formación de cálculos, llamados urolitos.

¿Qué son los urolitos?

Los urolitos son unas piedras que se forman en las vías urinarias. Los gatos son muy propensos a desarrollar esta problemática debido a que su orina es muy ácida y muy concentrada. Estas piedras se forman porque el exceso de minerales se acumula en las vías urinarias, formando finalmente cristales que se acumulan y forman un cálculo.

Los síntomas que delatan la presencia de cálculos son muy parecidos a los de la cistitis: incomodidad y dificultad para orinar y vómitos. Sin embargo, hay que añadir otros como son la falta de apetito, el dolor abdominal o la pérdida sustancial de peso en poco tiempo.

Consejos para evitar la formación de cálculos en los gatos

Lo primero para evitar la formación de cálculos en las vías urinarias de un gato es que éste beba agua frecuentemente. Beber la suficiente cantidad de agua ayudará a que la orina no sea tan concentrada y ácida, lo que dificultará la acumulación de los cristales mencionados anteriormente.

Evitar una dieta que provoque orina alcalina. No hay que olvidar que los fatos son animales carnívoros, por lo que hay que incluir la suficiente cantidad de carne cruda en su dieta, y sobre todo comida húmeda, evitando en la medida de lo posible la comida seca como puede ser el pienso. También ayuda que la ingesta de comida se divida en varias pequeñas porciones al día y no una sola gran porción.

Finalmente, mantener la bandeja de arena de los gatos limpia ayudará a que se sientan más cómodos a la hora de orinar y que, por lo tanto, lo hagan con mayor frecuencia, algo imprescindible para que la orina no sea excesivamente concentrada y ácida.