Carolina Herrera apostó hoy en Nueva York por una mujer glamourosa y elegante, clásica y moderna a la vez, en su colección para el próximo otoño e invierno, mientras que Carlos Miele evocó en sus propuestas la naturaleza salvaje de la Pampa brasileña.

Vestida de azul marino y negro, con chaquetas cortas, tipo bolero y entalladas, y delicados tejidos envolventes, la de Carolina Herrero "es una mujer normal, porque creo que todas las mujeres queremos vernos así", dijo hoy a Efe la diseñadora venezolana durante una entrevista.

Sobre la pasarela neoyorquina, ya en el ecuador de una intensa semana dedicada al prêt-à-porter de lujo, Carolina Herrera presentó una colección que definió como "acerca de la mujer glamourosa y elegante al tiempo que femenina".

La venezolana dio a sus apuestas una nueva proporción, "con chaquetas muy cortas y faldas muy pegadas, un poco más largas", hasta por debajo de la rodilla, para acentuar la figura femenina.

Las tonalidades elegidas para el día por Carolina Herrera son un profundo azul marino combinado con negro, o en solitario, en todo tipo de tejidos, desde los crepés de lana a la organza o la seda, con algunas piezas adornadas con plumas o piel de cibelina azul marino.

"Es una mujer muy directa, clásica y con un toque moderno", consideró la creadora, que para la noche apostó por tejidos de colores más fuertes, como el violeta, el morado, algunos azules y grises y los rosados.

En cuanto a los accesorios, todos diseñados para esta ocasión, Carolina Herrera optó por las pieles para adornar cuellos de chaquetas, así como por zapatos abotinados y botas cortas con tacón en cuña, obra de Manolo Blahnik, así como por sus pequeños bolsos de mano y estrechos cinturones.

"No hay que olvidar que la moda tiene que ver con los sueños y las fantasías. Hay que soñar, no tiene que ser la vida tal cual y aquí hay una combinación de un poco de todo", dijo a Efe la diseñadora, que contó entre el público asistente con la actriz Renée Zellwegger, Lee Radziwill y Sandra Lee, novia del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y presentadora de televisión.

El brasileño Carlos Miele, por su parte, presentó sus propuestas inspiradas, según dijo a Efe, "en el mundo de los gauchos y en la naturaleza salvaje" de su entorno y en la cultura del sur de su país, en particular de las mujeres del estado de Rio Grande do Sul.

Miele, que quiso captar en sus propuestas "la sensación de libertad que uno imagina que tienen las gauchas cuando montan a caballo o caminan por la pampa", introdujo los estampados geométricos, evocadores de los ponchos gauchos, una prenda que reinterpretó para hacerla más urbana.

La colección de Miele ha querido enfatizar las siluetas alargadas, también a través de las tonalidades utilizadas, como los colores tierra, cremas y dorados, y de estampados que hacen referencia al gato de la pampa, un felino de esa región.

Además de esos tonos, el brasileño incidió en los tonos fucsias, azules, canelas, beiges y negros, utilizados en tejidos como las seda, los crepés, las lanas y el cuero.

Por su parte, el diseñador estadounidense Tommy Hilfiger presentó una colección femenina titulada "Ciudad y campo", inspirada, según sus palabras, en "una mezcla de vida deportiva con estilo y cierta sofisticación urbana" .

Hilfiger plasmó sus propuestas en atuendos de corte clásico "con espíritu moderno" y con la versatilidad que dan los cortes en "A" tanto para faldas como vestidos, junto a formas que recordaban la estética "mod" de los años sesenta en pantalones, chaquetas y "trenchs", así como cazadoras tipo motorista y otras de inspiración militar, como hizo en su colección masculina.

El azul marino, junto al verde, los burdeos y los tierra fueron también algunos de los colores más utilizados por el estadounidense, que para sus prendas menos urbanas encontró inspiración en el mundo de la hípica.

Igualmente reinterpretó algunas prendas masculinas en vestidos de seda y chaquetas con plisados en la espalda.