Las 'top models' españolas de los 90 siguen siendo ahora rostros tan populares, o puede que más en algún caso, que en el momento álgido de sus carreras. Todas ellas fueron fotografiadas por el Magazine en sus comienzos y lo han sido también en los últimos cinco años. Como se puede constatar, siguen siendo tan hermosas como lo eran entonces.

No le cuesta a Martina Klein recordar las fotos que le hizo en 1993 el fotógrafo Gorka Dúo y que fueron las primeras suyas que se publicaron en el Magazine, exactamente el 24 de enero de ese año. "Las hicimos cerca de una playa y recuerdo que llevaba el pelo muy largo", comenta. Esas, como otras muchas de las instantáneas que le han hecho, las tiene grabadas en la memoria, incluso puede decir las que no le gustaron y por qué. De las más próximas en el tiempo, sus preferidas son las que le hizo en el 2009 Jaume de Laiguana, muy sensuales, y que se acompañaron con un relato erótico con firma de la propia modelo.

Asegura Klein que cuando se pone ante la cámara siente "la misma inseguridad ahora que cuando comenzaba. Aunque la experiencia te permite superar más fácilmente las dificultades". Echa algo de menos una forma de trabajar más experimental, "no siempre con buenos resultados, pero muy divertida".

Aunque el cambio más radical ha llegado con la revolución técnica de lo digital, algo en lo que coinciden modelos y fotógrafos. "Antes, cuando el fotógrafo decía 'la tengo', el equipo confiaba plenamente en que esas dos palabras sentenciaban una imagen. Hoy todos quieren ver el resultado en la pantalla del ordenador para ver si pueden mejorarlo y aportar algo a la sesión", explica Manuel Outumuro.

Judit Mascó comenta que "suponía mucho más trabajo encauzar una sesión de fotos guiándonos sólo por las polaroids, que nos daban una idea de la luz y composición de las fotos, pero no la seguridad de un buen resultado". Aunque lo peor, añade, era que les hicieran pasar las maletas por los rayos X "cuando volvíamos de una sesión en algún país remoto, porque siempre teníamos miedo de que los preciados carretes quedaran afectados".

Son conscientes estas modelos de que forman parte de una generación privilegiada. "Nosotras fuimos la versión local del fenómeno 'top model' que se produjo a nivel internacional", afirma Klein. Y Judit Mascó añade: "Supimos hacer de empresarias y modelos a la vez, éramos muy camaleónicas y versátiles, y capaces de reciclarnos y apostar por otros caminos".

"Nunca pensé, añade Nieves Álvarez, que podía hacer todo lo que he hecho a lo largo de estos 20 años de carrera, me siento feliz cuando miro atrás y espero seguir disfrutando muchos años más".