Las varices son una de las lesiones vasculares más comunes. Conocidas también como arañas vasculares o capilares, afectan a alrededor del 60% de las mujeres y el 40% de los hombres.

Si bien en los meses de invierno las varices mejoran porque se reduce la dilatación de las venas, hay que tener en cuenta factores que pueden afectar de forma negativa como, por ejemplo, las calefacciones, las saunas, el calor intenso localizado o el sedentarismo.

Las varices aparecen cuando las venas se dilatan y dejan de cumplir su misión, la de realizar el retorno sanguíneo al corazón, porque sus válvulas dejan de cerrar correctamente y el flujo se invierte: aparecen edemas, hinchazón, y si el problema es grave, flebitis o úlceras.

La causa principal de las varices es genética: alrededor del 70-80% tienen su origen en los genes. Además de ésta, "hay una serie de factores de riesgo que ayudan a su aparición. El embarazo es uno de ellos, no sólo por el cambio hormonal que sufre la paciente, sobre todo por el aumento de la presión intrabdominal", explica el doctor Agustín Arroyo Bielsa, cirujano vascular de la clínica Dermaline.

Diez consejos para prevenir la aparición de varices

1. Evitar permanecer de pie, quieto o sentado largos periodos de tiempo. Cuando por motivos de trabajo o viajes largos en coche, avión o autobús, se deba permanecer mucho tiempo sentado, se recomienda no cruzar las piernas y utilizar un reposapiés. Tanto si se está sentado o de pie durante largos periodos, hay que mover frecuentemente los pies y las piernas y dar breves paseos.

Las piernas cruzadas pueden empeorar las varices. Foto: Getty Images

2. Piernas arriba. Para mejorar el funcionamiento de las venas y tras largos periodos sentados o de pie, se aconseja tumbarse y elevar las piernas por encima del nivel del corazón. En el caso de las embarazadas, además, se debe de dormir recostada sobre el lado izquierdo y, para mayor comodidad, se recomienda colocar una almohada entre las piernas.

3. Utilizar medias terapéuticas. El médico o farmacéutico/a valorará el grado de compresión y talla más adecuados para cada persona.

4. Seguir una dieta equilibrada y baja en sal. Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación. Por eso es clave seguir una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales; así como reducir al mínimo el consumo de sal para retener menos líquidos.

Toma frutas y verduras para mejorar la circulación sanguínea y evita las grasas. Foto: Getty Images

5. Hidratación, por dentro y por fuera. Hay que beber al menos medio litro de agua al día. Además, es recomendable hidratar también la epidermis con productos especializados (cremas, etc.) para mantener la piel elástica y activar la circulación sanguínea de estas zonas.

6. Hacer deporte. Es recomendable la práctica de ejercicio físico moderado de manera regular. La natación, caminar diariamente, el baile, la gimnasia y la bici, ayudan a activar la circulación sanguínea.

7. Tras la jornada laboral, activar el riego con una ducha y un masaje. Al finalizar la ducha diaria, aplicaremos agua fría a las pantorrillas en sentido ascendente para aliviar la sensación de pesadez. También ayudan los masajes con geles fríos, desde el pie a la rodilla en sentido ascendente, para activar el retorno sanguíneo.

El agua fría alivia la sensación de pesadez en las piernas. Foto: Getty Images

8. El calzado y la ropa, mejor amplios. Las prendas de ropa muy ajustadas no son aconsejables, ya que pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. Igualmente, es preferible el uso de calzado ancho y cómodo, sin un tacón excesivo.

9. Evitar el calor. Las altas temperaturas favorecen la dilatación de las venas, por lo que es importante evitar las fuentes de calor dirigidas directamente a las piernas: no se deben exponer al sol las piernas de manera prolongada, ni depilarse con cera caliente, o utilizar braseros o saunas.

10. Consultar con un profesional. El médico o un farmacéutico/a pueden orientar acerca de complementos alimenticios, geles para piernas cansadas y medicamentos específicos para favorecer el retorno venoso.