El efecto mojado, los moños de bailarina, los recogidos improvisados, las coletas de burbuja con las que se atrevió la reina Letizia o las omnipresentes trenzas, que también veremos en otoño en su versión más mini, son opciones frescas y relajadas para los peinados de verano. Se trata de despejar la cara cuando el calor aprieta.

1. Trenzas étnicas. La influencia de 'Juego de tronos' admite mil declinaciones. Esta es sencilla: se hace una raya en medio hasta la nuca con el cabello pulido y se hacen dos trenzas de espiga hacia atrás que después se abren un poco con las manos. Para que resulten homogéneas y más tribales, un truco es dejar unas puntas de unos cinco centímetros y pasarles la plancha.

2. Trenzas y moño. El peinado del desfile de Dior llamó mucho la atención. Las trenzas finas cubren la nuca de abajo hacia arriba y se unen con el pelo liso frontal para formar un original moño de bailarina en la coronilla. Requiere ayuda para hacerlo.

3. Melena con trenzas. Adornar la melena con finas trenzas se ha llevado, se lleva y se llevará en otoño. En el desfile de Valentino las trenzas, muy finas, nacían de raíz pero se aceptan en todas sus versiones.

4. Una coleta distinta.

La de burbujas ha saltado de la pasarela a la calle. Su secreto es trabajar con un cabello pulido (un spray o sérum ayudarán) y dar volumen cardando un poco el pelo o abriendo los tramos entre gomas con los dedos.

5. Coleta alta con volumen. Estilo años noventa con pocas complicaciones. Se retira el cabello hacia atrás y se carda el rectángulo frontal, que después se cepilla y se recoge en una coleta alta con la melena. Después se ahueca el cardado. Hay que usar productos que den volumen al cabello.

6. El más fácil. Se desenreda el pelo, se peina hacia atrás, se aplica un gel de efecto húmedo y se le da forma con los dedos, levantando un poco las raíces. Si se necesita algo más de fijación se puede acabar con un toque de laca.

7. Rubio platino. Cada verano se multiplican las rubias y más si hay una Khaleesi cabalgando las audiencias planetarias. El rubio que en Marilyn Monroe era la quintaesencia del glamur ahora es guerrero y a veces corta por lo sano, como en el caso de Kristen Stewart. Llegar al rubio platino pasa por la decoloración, que castiga el pelo. Exige un plus de nutrición con sérums, aceites, mascarillas y champús específicos. Si ya se es rubia, mejor. Pero, cuanto más corto, más fácil.