El príncipe Harry y la exactriz estadounidense Meghan Markle, desde hoy duques de Sussex, se casaron este sábado en Windsor ante decenas de miles de personas en las calles y millones frente a sus televisores en todo el mundo.

Durante la ceremonia Meghan Markle lució un sencillo y elegante vestido blanco de seda diseñado por la británica Clare Waight Keller para Givenchy, con escote de barco, manga tres cuartos y un velo de cinco metros bordado y sujeto con una tiara de diamantes prestada por la reina Isabel II, abuela del novio.

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El vestido de Meghan Markle para la boda con el príncipe Harry

El vestido sencillo de Meghan Markle en la ceremonia.

Pero tras el convite oficial, ofrecido por Isabel II en el salón de San Jorge del castillo de Windsor, la pareja decidió cambiarse de indumentaria. Así, la exactriz se enfundó en un vestido del mismo blanco inmaculado que el de Clare Waight Keller pero de otra diseñadora británica, Stella McCartney.

Por su parte, el príncipe Harry se quitó el uniforme de mayor del regimiento de caballería "Blues & Royals" de la Guardia Real que lució para la ceremonia y se puso un esmoquin negro con pajarita.

El príncipe Harry condujo hoy un jaguar descapotable del año 1968, acompañado de su esposa, en el que emprendieron camino a la segunda recepción de la jornada, que han disfrutado con familiares y amigos íntimos.

Los novios partieron pasadas las 19.00 (18.00 GMT) rumbo a la Frogmore House, una casa de campo adyacente al castillo de Windsor. Allí el príncipe Carlos, heredero al trono británico, ha ofrecido una segunda recepción para 200 familiares y amigos íntimos de la pareja.