La sororidad y la artesanía son las claves que aúnan los desfiles de Ernesto Naranjo y Odette Álvarez, que este viernes han mostrado sus propuestas en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid a través de “El teatro de la vida”, para el diseñador andaluz, y de “Odegna”, para la creadora cántabra.

Una mujer actúa sobre el escenario de “El teatro de la vida” y su público son otras mujeres que aplauden y la ensalzan, liberándola de los prejuicios de la sociedad. De este concepto parte la nueva colección del diseñador Ernesto Naranjo, “007”, que como sello identificativo no nombra sus colecciones, sino que las enumera: “Así son más atemporales, no están sujetas a temporadas o tendencias”, dice el diseñador a Efe.

Utilizando la vía digital para la presentación, que por el momento “es la única forma de dar el cien por cien a los espectadores” además de “llegar a todo el mundo”, Naranjo hace de la personalidad y el carácter protagonistas de su nueva línea: “Cada mujer tiene que hacer el teatro de la vida para cubrir estereotipos que la sociedad ha marcado, como ser bella, buena madre o vestir de una forma determinada”, explica.

“Nuestro ADN sigue muy presente en piezas que recuerdan a la alta costura, pero desde un toque moderno"

Un concepto que ha reflejado en las líneas de la colección, introduciendo cambios como la aparición de piezas separadas para ser combinadas en lugar de los vestidos de una sola pieza, y una gama cromática y puesta en escena en tonalidades oscuras, remplazando a los colores vívidos que el andaluz suele utilizar.

Compuesta por quince “looks” en colores primarios que evolucionan del negro al rojo o al azul Klein, la firma exhibe estampaciones digitales que “recuerdan al maquillaje de los años ochenta”, además de joyería de estética punk, que pone de manifiesto “una actitud combativa y rebelde”. “Nuestro ADN sigue muy presente en piezas que recuerdan a la alta costura, pero desde un toque moderno y fácil de llevar”, explica sobre las prendas, con líneas de volúmenes suaves y formas muy geométricas que se adaptan al cuerpo de la mujer en vestidos ligeros.

Como es costumbre la artesanía cobra un lugar importante: unas manos que recuperan “trocitos de raíces andaluzas”, como la iconografía taurina y goyesca “en una interpretación diferente a la tradicional y adaptándolo a nuestra esencia”, señala.

La cántabra Odette Álvarez ha tomado como referencia a su madre Odegna, quien da nombre a esta nueva colección, la primera línea de la diseñadora bajo su nombre propio tras diez años de trayectoria con la firma “Tette by Odette”.

“Desde pequeña he estado vinculada al corte y la confección, siempre lo he visto en casa de mi abuela materna, y cuando empecé con la firma mi madre me ayudó siempre, se merecía que mi primera línea fuera un homenaje”, explica Álvarez a Efe.

Una nueva línea que surge tras “momentos de reflexión durante el confinamiento” y, aunque asegura que nunca había querido que su nombre fuese el protagonista, le “surgió la necesidad de dar un paso adelante” con el fin de dar “algo más exclusivo” a sus clientas, primera línea de marca artesanal, a medida y de edición limitada.

Consciente de que está siendo “un momento difícil” en el que la moda se ve afectada, su apuesta es doble: “Este año he cogido todo con más fuerza y he lanzado dos nuevas líneas, una de prendas más deportivas y esta primera línea”.

En formato digital y grabado en El Espacio Harley de Madrid, se suceden las mezclas de tejidos, anoraks convertidos en vestidos y los característicos abrigos de Tete by Odette, en los que costura, folclore y estilo deportivo se unifican. Un contraste con las chaquetas toreras de hombreras marcadas y bordados de espejo que también estuvieron presentes.