Ágatha Ruiz de la Prada: "Siempre me he sentido una incomprendida, pero el tiempo me da la razón"

Ágatha Ruiz de la Prada, icono de la moda española, visita mañana la Iglesia de la Compañía de Caravaca de la Cruz en el marco de la VII Feria del Yute. Lo hace para presentar sus memorias, un libro llamado Mi historia (La Esfera de los Libros, 2022) en el que repasa sus 62 años de vida con la colaboración del periodista Pedro Narváez. Son más de trescientas páginas en las que recuerda sus vivencias sin dejarse nada en el tintero. Salvador Gómez, director de Calzia, ejercerá se anfitrión para la modista en un acto que arrancará a las 18.30 horas.

¿Por qué este libro?

Es una pregunta que no te puedo ni contestar yo. Creo que estaba un poco en el ambiente. Además, tenía la edad exacta para hacer un libro de memorias; si me espero un poco más, a lo mejor ya ni me acuerdo de las cosas... Nunca se sabe. Y me habían ofrecido varias cosas, pero fue la gente de La Esfera de los Libros la que me convenció definitivamente. Es una muy buena editorial, y a Ymelda Navajo, su directora, ya la conocía y quería mucho de antemano. Así que todo se ha dado para llevar a cabo este proyecto; ¡era el momento exacto.

¿Y qué ha supuesto para usted trabajar con Pedro Narváez en este libro, en estas memorias?

Creo que ha sido algo muy bueno, un proceso muy liberador. Fue como una especie de sesión larguísima de psicoanálisis que, después de la pandemia y de todo este lío, me vino muy bien. Porque me está trayendo mucha vidilla, casi demasiada... Lo estoy presentando por todo el país; incluso en Latinoamérica, y todavía están pidiéndome en muchas otras partes. Luego, entrevistas, he hecho cientas.

¿Se esperaba este éxito?

Con estas cosas nunca se sabe... Yo soy muy partidaria de trabajar todo lo que pueda porque luego, donde menos te esperas, salta la liebre. Pero es verdad que con este libro no tenía muchas esperanzas de que tuviera el éxito que ha tenido, con lo que me ha hecho mucha ilusión, por ejemplo, que todos mis amigos me lean y me comenten. Además, es muy divertido porque cada persona se fija en una cosa totalmente diferente. Es increíble eso.

¿Qué se va a encontrar el lector que se acerque a ‘su historia’?

Como digo, cada persona se va a encontrar una cosa diferente. He podido apreciar que a unos les choca una cosa que digo de los animales, a otros un comentario sobre alguien concreto... A cada lector le impacta algo distinto. Yo soy muy partidaria de las biografías. Cada día me gustan más y cada día leo menos novelas (tienen que ser muy buenas para que merezcan la pena...). Me encanta la literatura, pero con las biografías te vas enterando de la vida de la gente y eso es muy interesante.

¿Qué balance hace de lo vivido en estos más de sesenta años?

Creo que he tenido mucha suerte. Estoy muy contenta de haber tenido una vida tan interesante.

¿Qué ha sido lo más duro de recordar y lo más placentero?

No me lo he tomado con dureza. Hago las cosas casi sin sufrirlas. Y lo más gratificante ha sido que se haya vendido tan bien, la verdad, porque ha sido un esfuerzo muy gordo. Vender siempre es divertido.

Se autodefine como «feminista de verdad, no de boquilla»...

He sido feminista toda mi vida, pero no me gusta estar todo el día con eso. No me gusta ser una ‘feminazi’. Me gusta el feminismo, pero no las radicales.

Si pudiese, ¿Qué consejo le daría a su yo de la infancia?

No lo sé... Al final, la vida la vives como puedes. Y yo, cuando era pequeña, hice lo que podía. Creo que, en general, tenemos menos margen de maniobra de lo que pensamos.

¿Se ha sentido liberada?

Sí. Me siento un poco liberada, y por eso recomiendo a todo el mundo que escriba su biografía. Yo ya había hecho un libro. Eso de tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro lo había hecho, pero es que una biografía es algo diferente. Además, estoy contenta porque está bastante bien hecha. También he tenido mucha suerte de poder contar con Pedro Narváez, que no era amigo mío, pero me ha comprendido muy bien, lo que es genial.

¿Qué le queda por hacer?

Muchísimas cosas. Si tienes imaginación siempre te faltan millones de cosas por hacer. No sabes el lío que tengo ahora..., estoy completamente desbordada [Risas]. Pero me gustaría ir más a París, a Nueva York y al campo. También tengo muchísimos intereses que son fundamentales para mí. Me queda muchísimo por hacer, millones de cosas. Si tienes interés por la vida siempre le encuentras interés a las cosas.

Lleva más de treinta años de éxitos en el mundo de la moda, ¿se ha sentido en algún momento incomprendida?

Siempre me he sentido muy incomprendida, pero al final mi obsesión era la fusión del mundo del arte con el mundo de la moda y parece que poco a poco... Hace unas semanas estuve en París y es impresionante como todo es arte-moda; todo lo que yo he dicho toda mi vida, ahora está ahí. Vi un desfile de Christian Dior superguay.

¿Se arrepiente de algo?

Bueno..., claro que te arrepientes de cosas, pero ¿qué vas a hacer? En ese momento lo haces porque no puedes hacer otra. No se trata de arrepentirse o de pensar en lo que hiciste; creo que lo importante es tirar para adelante y punto.

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