En una entrevista con Efe, el propietario de esta innovadora empresa, José Ramón Conde, explicó que la idea se la dio un amigo suyo de África, "que me dijo que por qué no montaba una granja de cocodrilos aquí en España, y desde 1989 llevo criándolos", dijo orgulloso su promotor.

En sus comienzos, relató, la granja contaba con 195 ejemplares traídos desde Zambia, que hicieron las veces de reproductores para comenzar la producción de estos exóticos animales.

El siguiente paso fue reproducir el clima seco de África en las instalaciones de Kariba, para lo que Conde ideó dos invernaderos donde la temperatura se mantiene cálida todos los meses del año.

Los invernaderos se dividen en dos: el de reproducción y el de engorde, precisó a Efe José Pereira, cuidador de los reptiles.

En el primero, las hembras se encargan de poner los huevos y, más tarde, cuando nacen los pequeños, son llevados al otro invernadero para comenzar el engorde, en un proceso que es "muy lento, pues los cocodrilos crecen muy poco al año", indicó Pereira.

El proceso de la reproducción se da entre los meses de diciembre y enero. Los machos reproductores marcan el territorio y cortejan a las hembras, que posteriormente pondrán los huevos en primavera.

"En esta época es cuando las hembras se vuelven más feroces y hay que tener cuidado con ellas; por eso, para coger los huevos, necesito la ayuda de más personas para que ahuyenten a los cocodrilos", explicó su cuidador.

Para depositar los huevos las hembras excavan huecos en la arena, luego los entierran y los cuidan posándose sobre ellos, y entonces es cuando, acompañados de garrotes, su cuidador y los ayudantes "espantan" a las hembras y los cogen, en un procedimiento que es "muy importante", ya que los huevos requieren de un gran cuidado.

"Nada más cogerlos los marcamos con una ´X´ para saber la posición en la que luego los colocaremos en la sala de incubación", apuntó Pereira, que resaltó que este proceso es de vital importancia ya que, de situarlos en una posición errónea, se estropearían y no nacería ninguna cría.

Los huevos, de tamaño muy parecido al de una gallina, se mantienen a una temperatura de 30 grados y sobre el mes de julio comienzan a nacer las crías, que suelen medir unos 35 centímetros.

Éstas se pasan alrededor de un año en unas albercas, donde se les cuida hasta que llegan a medir algo más de medio metro, momento en el que se trasladan al invernadero de engorde.

Por el momento, Kariba no ha comenzado a comercializar los cocodrilos, ya que esperan "llegar a los 20.000 ejemplares en dos años para empezar a venderlos", según José Ramón Conde, cuyas previsiones son "llegar a la venta de 4.000 cocodrilos al año".

Subrayó, además, que en España el cocodrilo no es muy conocido, pero en otros países -tanto su piel como su carne- son muy apreciadas.

La piel del cocodrilo del Nilo es la más apreciada por los peleteros y, aunque en España no es de las más codiciadas, en Estados Unidos, Francia y China tienen su mejor mercado.

Su calidad se clasifica por el tamaño y por la edad del animal, y, de este modo, "los mejores ejemplares para vender la piel son los que miden entre 1,5 y 2 metros", precisó Pereira.

Los precios de los retales pueden oscilar entre los 3 euros por centímetro que cuesta la piel de un cocodrilo recién sacrificado y los 12 y 15 que alcanzan los retales curtidos.

De la piel del cocodrilo, como se suele decir en España del cerdo, se aprovecha todo: desde la cola hasta la barriga.

Según los cuidadores, en todo el mundo hay unas 40 fábricas que se dedican a curtir la piel de cocodrilo, por lo que los artículos de este material son tan exclusivos como caros, y así un bolso de una primera marca puede costar entre 5.000 y 10.000 euros.

Kariba, además, está abierta al público y al año más de 2.000 personas se acercan hasta sus instalaciones para poder ver a los más de 1.700 ejemplares de cocodrilos del Nilo con los que cuenta.

A pesar de la agresiva apariencia de estos animales, el propietario aseguró que "no son peligrosos y las visitas pueden pasear tranquilas por los terrenos de Kariba".

También defendió que "no es complicado cuidar de estos animales, ya que son muy dóciles, y es como el que se dedica a la ganadería de reses", dijo Conde, comparando la cría de cocodrilos del Nilo con la de los toros de lidia.