Los especialistas advierten de que existen "malos hábitos muy extendidos" entre la población que pueden afectar a la calidad del sueño y recuerdan que la cama solo debe usarse para "dormir o las relaciones íntimas" y no es un "despacho, un comedor, un cine o una sala de juegos".

Con motivo de la celebración mañana del Día Mundial del Sueño, bajo el lema "Cuando el sueño es bueno, la salud y la felicidad abundan", expertos del Servicio de Neurofisicología Clínica del Hospital Clínico de Valencia recomiendan una serie de pautas a seguir para tener un sueño de calidad, según un comunicado de la Generalitat.

El objetivo del Día Mundial, que mañana se centrará en el insomnio, es concienciar al público y a los profesionales de la salud sobre los trastornos del sueño, con pautas educativas y consejos sobre prevención y cuidados.

Paula Cases y Manuel de Entrambasaguas, jefe del Servicio y especialista de Neurofisiología del Hospital Clínico, respectivamente, afirman que existen pautas y hábitos que "mejorarían notablemente" la calidad del sueño.

Un adulto sano, según estos expertos, debe dormir entre 7 y 9 horas cada noche, la siesta solo debe durar entre 15 o 20 minutos, se deben mantener horarios de sueño y vigilia regulares, incluso el fin de semana, y las preocupaciones "deben analizarse" antes de irse a dormir.

Además, se desaconsejan las actividades intelectuales o físicas intensas antes de ir a dormir, así como el uso de tabletas o móviles en la cama, ya que la luz inhibe la secreción de melatonina (una hormona que segrega el cerebro con la oscuridad y que facilita la conciliación del sueño), y se interfiere la actividad mental con el reposo necesario antes de dormir.

Según explican, hay hábitos muy extendidos que pueden afectar a la calidad del sueño, como dormir menos horas de lo necesario por acostarse muy tarde, quedarse dormido por la noche en el sofá delante de la televisión o tener este aparato en el dormitorio o leer mucho rato en la cama.

El insomnio "es un síntoma, no una enfermedad", según los expertos, que añaden que por ello hay que detectar si es secundario a otros problemas de salud (emocionales, dolor crónico u otras enfermedades) o puede ser expresión de un trastorno primario del sueño que requeriría un abordaje específico.

Según indican, en muchas ocasiones los pacientes que atienden en la consulta de medicina del sueño requieren de educación en hábitos de higiene del sueño, con independencia de necesitar otro tipo de tratamientos.

"La cama solo debe usarse para dormir o las relaciones íntimas. No es un despacho, un comedor, un cine o una sala de juegos", afirman los expertos.

El Hospital Clínico apostó hace dos años por una consulta del sueño que centraliza todas las interconsultas recibidas para estudios polisomnográficos generadas en los departamentos de salud Clínico-Malvarrosa y Sagunt.

En esta consulta se realiza una valoración en profundidad de posibles trastornos del sueño con el apoyo de diversos cuestionarios y escalas, y a partir de estos datos se plantean los posibles diagnósticos del paciente.