Los alimentos no se pueden consumir caducados pero, habitualmente, consideramos como tales aquellos que superan el día indicado en el envase como fecha de consumo preferente. En este segundo caso, la realidad es diferente, ya que consumirlos no implica necesariamente un riesgo.

Si un alimento es perecedero, como cualquier producto fresco, las carnes o los pescados, hay que saber que sí debería tenerse en cuenta su fecha de caducidad. En cambio, en el etiquetado del resto de productos aparecerá la fecha de consumo preferente, lo que señalará sobre todo el periodo en el que mantiene sus propiedades en buenas condiciones.

En todo caso, debemos guiarnos también por el aspecto a la vista o al olfato. Ante cualquier sospecha, lo mejor es desechar el producto.

Los alimentos caducados pueden ser muy perjudiciales para la salud debido a los microorganismos, como el E. Coli la salmonela, que pueden alcanzar niveles muy elevados cuando ya no se conservan es su estado idóneo.

Estos son diez productos cuya fecha para desecharlos definitivamente se puede prolongar:

1. Pan. Para conservarlo en un estado óptimo, se puede congelar. Hay que tener precaución si se ha dejado secar, por ejemplo para hacer pan rallado, y aparece moho.

2. Galletas. Pueden conservarse durante muchos meses, siempre que se almacenen en las condiciones adecuadas, aunque pueden reblancederse.

3. Pasta. Como las galletas, con una conservación idónea pueden consumirse más allá de la fecha recomendada.

4. Lácteos. Los yogures se pueden comer generalmente hasta varios días después de la fecha establecida. Los quesos blancos son comestibles durante alguna semana más, y la leche envasada y sin abrir, incluso más.

5. Huevos. En el frigorífico y a menos de 5 grados pueden durar incluso algo más de un mes.

6. Té y café. Por lo general se conservan en buen estado durante algunos meses.

7. Aceite. Sin exponerse a la luz solar, durará también varios meses.

8. Latas de conserva. Las conservas pueden almacenarse durante un tiempo prácticamente indefinido.

9. Congelados. Con algunas excepciones, lo que congelamos en casa o los que compramos se pueden dejar para varios meses después.

10. Chocolate. Por su alto contenido en azúcar, es otro producto que se conservará durante mucho tiempo.