Es inevitable. Con el paso del tiempo el abdomen del que presumías de joven ya no es tan liso, los muslos ya no son los que eran y casi sin darte cuenta la báscula comienza a sumar números.

A medida que envejecemos, los cambios hormonales, aliados con la gravedad, son los responsables de que se tienda a ganar peso más fácilmente a partir de cierta edad. Pero existen otros factores que afectan al estilo de vida que pueden hacer que los kilos se cojan con más facilidad en lugares hasta entonces inesperados.El metabolismo basal

La principal razón por la que se ganan kilos al envejecer son los cambios metabólicos. Aunque estés en tumbado, sentado o simplemente leyendo este artículo, tu cuerpo está quemando calorías. La tasa metabólica de reposo es el valor que se utiliza para expresar cuánta energía se gasta estando en pleno reposo. Este índice depende de varios factores como peso, edad, sexo, herencia genética o estatura.

Con el paso del tiempo, la tasa metabólica tiene a desacelerarse, provocando que la quema de las calorías que consumimos necesite más tiempo y energía. Aunque es muy difícil cambiar ese índice, sí que existen ciertos trucos que pueden ayudarte a acelerar el metabolismo.

Aumentar tu masa muscular, realizar cinco comidas al día (pero con menos cantidad en cada una), incluir en tu dieta alimentos con altos niveles de proteínas, comida picante o dormir bien son algunos de los conejos que te ayudarán a acelerar el metabolismo basal y a reducir los efectos del paso de la edad en la grasa corporal.

La falta de ejercicio

Al pasar los años nos volvemos menos activos. Los puestos de trabajo sedentarios, la vida familiar o los momentos de relax para desconectar del estrés laboral se convierten en una prioridad y hacen que el deporte pase a un segundo plano, en la mayoría de los casos.

Si se realiza menos ejercicio la masa muscular se va perdiendo, ayudando a que el metabolismo se vuelva más lento y la grasa aparezca más fácilmente. Conforme se van ganando años es importante acostumbrarse a realizar actividades físicas (pueden ser de poca intensidad) a diario.

El descontrol en la dieta

Con el tiempo también es posible que los buenos hábitos alimenticios que los padres y profesores nos inculcaban de pequeños desaparezcan. Y es que es normal encontrar a trabajadores de mediana edad que optan por comida rápida o alimentos poco saludables en el poco tiempo que tienen para comer.

Además, al pasar los años los mecanismos para el control del apetito y la saciedad tienen a funcionar peor.Esas comidas menos nutritivas y raciones poco controladas juegan un papel importante en la acumulación de grasa.