La patología de túnel carpiano se produce por la compresión del nervio mediano, en un estrecho canal que une muñeca y mano, al pasar por debajo del ligamento carpiano que ayuda a mantener la estabilidad de los huesos y a sujetar los tendones flexores de la mano.

Según explica el doctor César Casado, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario La Paz de la Comunidad de Madrid, las causas para esta compresión nerviosa son muy variadas: la existencia de un edema o hinchazón ocasionada por una retención de líquidos contenido en el túnel que comprime el nervio mediano, una luxación o traumatismo, enfermedades metabólicas como la diabetes (que ocasiona edemas) o la gota y el embarazo que conlleva un aumento de líquidos en el organismo.

Además, es muy común esta lesión en el trabajo manual brusco repetitivo como el que desempeñan quienes trabajan con martillo neumático, el secretariado o los jugadores de deportes violentos para la articulación de la muñeca como el pádel y el tenis. El túnel carpiano es motivo por ello de muchas bajas laborales en estos sectores profesionales.

Según señala el doctor Casado, los síntomas que se presentan cuando existe un problema de túnel carpiano son sensitivos, motores y neurológicos. Entre estos síntomas se incluyen calambres, sensaciones dolorosas en los dedos e incluso de pérdida de sensibilidad en éstos, dificultad para la movilidad del pulgar en posición de pinza con los dedos y unir la yema de éstos con el pulgar por completo.

El diagnóstico se realiza mediante una prueba de imagen ecográfica, además de la entrevista clínica, y de una electromiografía que emplea agujas en el área para detectar la velocidad de conducción del nervio mediano, cuya ralentización indica una alteración nerviosa. En la ecografía, la condición se hace patente cuando el nervio mediano es de menor tamaño o calibre de lo que debería.

Evitar las infiltraciones y cirugía especializada

El tratamiento inicial se basa en la utilización de una férula de reposo o muñequera con una parte rígida que resulta de utilidad cuando existe una sobrecarga funcional. La férula se mantiene entre dos y tres semanas durante unas ocho a diez horas al día.

También se emplean infiltraciones que inyectan dentro del túnel carpiano sólo anestesia o anestesia y corticoides. Sin embargo, el doctor Casado no se muestra partidario de estos métodos de infiltración ya que en el primer caso el dolor reaparece al desaparecer el efecto de la anestesia y en el segundo se precipita la formación de una masa blanquecina que puede atrofiar los tejidos circundantes y el nervio en sí.

El tratamiento quirúrgico consiste en la liberación del nervio mediante la ampliación del túnel cortando el ligamento. Es una intervención ambulatoria que se realiza con anestesia local e isquemia en el brazo a través de endoscopia y una mínima incisión rectilínea en la palma de la mano o bien de la zona distal de la mano a la proximal en la muñeca con un corte más zigzagueante.

Una posible complicación de la operación es una lesión en la rama del nervio mediano palmar y por ello la intervención la debe realizar un especialista de cirugía de la mano. Si la condición no es grave, mejoran los síntomas sensitivos y se recuperan los síntomas motores.

El pronóstico es bueno hacia la mejoría y, aunque la prevención no es posible en la mayoría de los casos, hay que acudir cuando se empiecen a sentir las molestias ya que ningún nervio debe comprimirse durante meses.