En los procesos de los tratamientos de quimioterapia y radioterapia a los que someten los pacientes con cáncer es fundamental establecer un diagnóstico y tratamiento de la toxicidad cardiovascular generada por los mismos. Además es necesario establecer un control diagnóstico y a veces terapéutico de la frecuente patología pericárdica que se puede desarrollar en los pacientes con cáncer.

El Servicio de cardiología del IVO, liderado por el doctor Antonio Salvador Sanz estudia y atiende la problemática cardiológica de los pacientes con cáncer, habitualmente de edad avanzada, mediante una interrelación permanente entre el cardiólogo y los responsables de su seguimiento oncológico.

El IVO acaba de adquirir un ecocardiógrafo para realizar pruebas diagnósticas a los pacientes con cáncer del centro hospitalario.

¿Con qué problemas cardiológicos se puede enfrentar un enfermo oncológico?

R.- Los pacientes con problemas tumorales pueden llevar ya una carga cardiovascular en forma de factores de riesgo (colesterol, hipertensión, diabetes, obesidad) o de patología previa (valvular o coronaria, arritmias). En estos últimos hay que valorar las alternativas de tratamiento oncológico y el riesgo de la cirugía tumoral que pueden precisar. Algunas quimioterapias pueden ser tóxicas para el corazón. La radioterapia torácica puede dejar secuelas pericárdicas, coronarias o valvulares. Pueden diagnosticarse tumores intracardiacos o que afecten al pericardio. En el seguimiento de los pacientes pueden aparecer patologías cardiacas que condicionen el tratamiento oncológico.

¿Es importante la relación entre el oncólogo y el cardiólogo?

R.- Es obligatoria por ambas partes. La patología tumoral suele disponer de alternativas terapéuticas que se seleccionan en función de las características del paciente y concretamente de su patología cardiovascular previa. La quimioterapia que ha demostrado posibilidades de ser tóxica para el corazón requiere controles frecuentes al menos durante un año. La toma de decisiones en enfermedades cardiacas de solución compleja, habitualmente valvulares, requiere conocer el pronóstico de la enfermedad oncológica.

¿Hay alguna incidencia especial en las mujeres en relación al cáncer de mama y las enfermedades cardiológicas?

R.- Al ser el de mama el tumor más frecuente, ha sido el más estudiado en los ensayos clínicos de fármacos oncológicos, de modo que se conoce mejor la cardiotoxicidad que estos pueden producir y los controles a efectuar para detectarla.

¿Por qué es tan importante las exploraciones ecocardiográficas en pacientes con cáncer?

R.- El ventrículo izquierdo del corazón es el músculo que envia a nuestros órganos la sangre que precisan. La cardiotoxicidad por fármacos afecta sobre todo a la función del mismo. El ecocardiograma es inocuo y detecta con suficiente exactitud la función ventricular, permitiendo seguir los cambios producidos por su tratamiento o por el mantenimiento o retirada del quimioterápico. Es además la técnica de elección para valorar patología valvular y pericárdica.

¿Qué patologías cardiológicas son las más frecuentes que puede desarrollarse en relación con el tratamiento del cáncer?

R.- Insuficiencia cardiaca, disfunción ventricular izquierda sin síntomas pero que precisa tratamiento cardiológico, hipertensión arterial, angina de pecho o infarto de miocardio, pericarditis, arritmias, valvulopatías relacionadas con la radioterapia.

¿Se pueden minimizar estos riesgos de alguna manera?

R.- La elección de los fármacos quimioterápicos y su dosificación pueden adaptarse a las características del paciente (edad, peso, patología cardiaca previa). Una vez detectada la cardiotoxicidad, la retirada del fármaco y/o el tratamiento cardiológico oportuno, cuanto más precoz mejor, consiguen mejorías muy importantes de los síntomas y de la afectación cardiaca.

El IVO acaba de adquirir un ecócardiógrafo dotado de la última tecnología para realizar pruebas diagnósticas a los pacientes con cáncer. ¿Cuál es la finalidad de este ecócardiógrafo? ¿Cuáles son las mejoras respecto al anterior?

R.- La ecocardiografía convencional permite detectar adecuadamente la patología cardiaca. La última generación añade, además de mejoras en la resolución de la imagen, técnicas nuevas como la ecocardiografía Tridimensional, que puede mejorar la exactitud en la determinación de la función ventricular, y el Strain, que mide la deformación del músculo ventricular y puede determinar sufrimiento cardiaco antes de que se aprecie la reducción de su función, permitiendo tomar medidas terapéuticas con precocidad.

¿Qué supone para los pacientes del IVO la adquisición del mismo?

R.- Supone la detección sistemática y precoz de la toxicidad cardiaca producida por quimioterápicos muy eficaces y por lo tanto imprescindibles. La tecnología más reciente añade también exactitud, que resulta muy útil para detectar cambios mínimos en el seguimiento de los pacientes tratados con estos fármacos.