Déficit de vitaminas y minerales; falta de fibra dietética; situaciones de ansiedad o adoptar patrones de alimentación erróneos. Estas son algunos de los problemas de salud a los que nos enfrentamos si, por aquello de lucir lo mejor posible en verano, nos decantamos por alguna de las conocidas como dieta milagro o restringimos nuestra alimentación «aconsejados» por cualquier aplicación de móvil sin el apoyo médico adecuado.

Esta es la alerta lanzada ayer por el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) que se han puesto en guardia ante la llegada de la «operación bikini» para desmitificar dietas milagros y vías rápidas para perder peso.

La Comunitat Valenciana está a la cabeza, junto a Andalucía, Galicia y Madrid, en las búsquedas en Internet sobre salud y, la mitad están relacionadas con nutrición, alimentación y estilos de vida, según el Observatorio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información.

Sin embargo, la palabra dieta buscada en Google supone alejarse de los consejos de un verdadero profesional y estar más expuesto a seguir los dictados de la última «moda» en dietas para perder peso de forma rápida.

«Las dietas milagro no existen y no podemos someter a nuestro cuerpo a cambios bruscos en el peso porque no solo se trata de un cambio estético sino también de nuestro propio organismo», según aseguró ayer Christian Mañas, miembro de la junta de CODiNuCoVa.

La lista negra

Así, los dietistas y nutricionistas recuerdan que todas las dietas «de moda» tienen su cara B, inconvenientes que pueden suponer problemas de salud. En la lista negra, desde el colegio de profesionales incluyen a las dietas sustitutivas «donde ciertas comidas se reemplazan por batidos»; las que tienen una alta restricción calórica «que se complementa con diuréticos y laxantes»; las monodietas «donde se eliminan uno o varios grupos de alimentos» o las dietas muy restrictivas «que basan su efecto de pérdida de peso en las propiedades de un alimento o producto milagro».

Todas ellas «incentivan el efecto rebote, es decir, que vuelvas a ganar peso rápidamente una vez dejas de hacerla. Además, generan malos hábitos de alimentación y una relación obsesiva y peligrosa con la comida ya que la persona acaba sintiendo que no se puede comer de nada», asegura Paula Crespo, presidenta del colegio profesional.

Sea dieta «milagro» o no, los dietistas-nutricionistas advierten ante toda restricción de la dieta poco planificada, que no conlleve una supervisión médica (con una ingesta inadecuada de calorías ni un estudio pormenorizado de las necesidades nutricionales de cada persona). Entre los errores más comunes estaría eliminar muchos alimentos de golpe, aumentar el consumo de productos ultraprocesados etiquetados como «light» o «bajo en»; restringir la ingesta de hidratos de carbono o de grasas sin tener en cuenta la calidad de las mismas e incluso «saltarse comidas».

Estos «errores dietéticos» no benefician al cuerpo de ningún modo ya que pueden generar deficiencias nutricionales y problemas de salud, como déficit de vitaminas y minerales que a largo plazo pueden tener consecuencias mayores, la falta de fibra dietética y de una correcta hidratación, la generación de situaciones de ansiedad o estrés que provocan «atracones» posteriores y sentimiento de culpabilidad o la creación de malos hábitos y patrones de alimentación erróneos.

«La alimentación es algo que hay que tomar muy en serio porque la falta o carencia de ciertos alimentos, incluso en un periodo corto de tiempo, traen acarreados problemas de salud. Lo mismo sucede con las pérdidas rápidas de peso, más de cuatro kilos al mes supone un riesgo», ha indicado Mañas.

Por eso desde el Colegio quieren concienciar sobre la necesidad de acudir a un dietista-nutricionista tanto en aquellos casos en que se quiere bajar peso como cuando se quiere mejorar el estado de salud.