El eldense Fernando de la Torre no sabía nada de la diabetes hasta que se la diagnosticaron hace 19 años. Desde entonces se sumó a la «cruzada» contra la enfermedad. En 2009 creó la Asociación de Diabéticos de Elda y Comarca, siendo elegido en 2014 vicepresidente de la Federación de la Comunitat Valenciana. Pero el inesperado fallecimiento de la presidenta le llevó a asumir su actual cargo en marzo de 2015, incorporándose tres años más tarde a la Federación Española de Diabetes como vicepresidente.

¿Cuantos afectados por la diabetes hay en la Comunitat Valenciana?

En la Comunitat Valenciana somos 400.352 personas con diabetes tipo II y 18.000 con tipo I. Son los pacientes diagnosticados, pero hay un porcentaje del 40 % sin diagnosticar todavía.

¿La enfermedad avanza o retrocede en el número de casos respecto a las últimas décadas?

La enfermedad avanza, y avanza demasiado deprisa. Cada vez son más las personas que debutan en esta enfermedad. En España somos alrededor de seis millones de personas y produce 25.000 muertes cada año siendo, además, la causa de la mayor parte de las amputaciones de extremidades inferiores y responsable del 16 % de los casos de ceguera.

¿Cuándo descubrirán algún fármaco o tratamiento para curar definitivamente la diabetes?

Creo que esta es la gran pregunta. Son muchos los estudios que se están realizando a nivel internacional, pero de momento no hay nada definitivo en la cura de la diabetes. Todos tenemos la esperanza que en un futuro esto suceda. Se está avanzando mucho en nuevos tratamientos con insulinas cada vez mejores y más seguras que producen menos hipoglucemias y requieren menos pinchazos. En los fármacos orales también se está mejorando y contamos con nuevos tratamientos. Hay una evolución constante y en estos momentos contamos con las bombas de insulina, que mejoran el tratamiento, y con los medidores continuos y flash, de 4 a 18 años, financiados por el sistema nacional de salud, siendo la Comunitat Valenciana una de las primeras en facilitarlos.

¿Hay suficientes recursos públicos para la investigación médica de la diabetes?

No son suficientes, nunca son suficientes mientras exista la más mínima posibilidad de encontrar una cura definitiva, y además llegan muy lentos. Por parte de la Administración se deben destinar más recursos. Tanto a la investigación como a la formación de los profesionales sanitarios y de los propios pacientes. A los diabéticos la formación nos da una mejor calidad de vida y es por esto por lo que las asociaciones de pacientes luchamos todos los días. También necesitamos que la Administración nos reconozca la labor que realizamos desde estas asociaciones.

¿Qué le pide, por tanto, a los poderes públicos?

Los poderes públicos tienen la obligación de velar por la salud y el bienestar de los ciudadanos. Atender las demandas de los colectivos siempre es un buen comienzo como también mirar la calidad de los materiales que se nos facilita y no el precio que tienen. También se necesitan campañas de información y la incorporación de la enfermera escolar, que es una necesidad en los centros educativos porque también nos preocupa el índice tan alto de sobrepeso en los niños.

¿Qué papel juegan en esta enfermedad las grandes compañías farmacéuticas?

Las grandes compañías tienen en esta enfermedad muchos intereses dado el número de pacientes que existen a nivel mundial. Hay más de 400 millones de afectados, por lo que somos una buena fuente de ingresos a largo plazo. Y eso es lo que lleva a realizar tantas investigaciones.

Logros.

En los dos últimos años en esta Comunitat se ha conseguido la mejora de la calidad de las agujas para las plumas de insulina, algo que se venía pidiendo bastante tiempo. También la puesta en marcha del nuevo Plan de la Diabetes 2017-2021, pues el anterior finalizó en 2010, y la incorporación de los medidores continuos y flash ha sido un gran paso.

Retos.

La incorporación de las asociaciones que no están federadas y la implicación de la Administración local, promocionando el deporte con la creación de rutas para caminar con monitores que amenicen la cultura de las ciudades y los hábitos saludables. La equidad entre las autonomías para que los diabéticos tengamos los mismos derechos, independientemente de donde residamos, es otro de nuestros retos.