La esquizofrenia es una enfermedad del sistema nervioso, que en España afecta casi a 500.000 personas. Para poder diagnosticarla es necesario ponerse en manos de un experto en salud mental, quien realizará un diagnóstico y ayudará al paciente y a sus familiares a abordarla.

La esquizofrenia requiere un tratamiento que ha de enfocarse desde los siguientes ámbitos: farmacológico, psicológico, educativo y social. En la actualidad, con un tratamiento adecuado y cuidados personales los afectados con esquizofrenia pueden llevar una vida prácticamente normal.

Síntomas de la esquizofrenia

- Mostrar pensamientos alejados de la realidad o hacer interpretaciones de ella de forma delirante.

- Sufrir alucinaciones, excitación, hostilidad, grandiosidad, suspicacia o desorganización conceptual.

- Reducción significativa de la expresión emocional, retraimiento emocional y social.

- Dificultades en el pensamiento abstracto y falta de fluidez en la conversación.

- Sentimientos de culpa.

- Tensión motora, postura rígida, enlentecimiento motor, atención pobre o deterioro en las relaciones interpersonales.

Estos síntomas no se dan todos juntos ni son de la misma manera en cada persona. No hay ningún enfermo igual a otro. Cada uno tiene sus características y peculiaridades y expresará los síntomas de la esquizofrenia de una manera determinada, parecida a la de otros, pero con matices personales.

Para que se considere que existe la enfermedad de la esquizofrenia, estos síntomas han de estar presentes durante meses y no deben haber sido producidos por el consumo de drogas, por tener otra enfermedad médica o como consecuencia de alteraciones del estado del ánimo, como la depresión.

Tipos de esquizofrenia

Esquizofrenia paranoide: este es el tipo de esquizofrenia más conocido. Afecta principalmente a las funciones psíquicas del paciente, con lo que suelen aparecer episodios de alucinaciones o manías persecutorias, entre otras.

Esquizofrenia simple: los afectados con este tipo de esquizofrenia muestran problemas para desarrollar una actividad mental normal. Presentan dificultades para pensar con claridad y hablar con fluidez.

Esquizofrenia catatónica: estos enfermos presentan tensión motora y graves alteraciones en el sistema psicomotor. La gravedad de las mismas varía de un paciente a otro, pero las características principales son los problemas de movilidad del paciente.

Esquizofrenia hebefrénica: estos enfermos presentan una total alteración de sus estados emocionales. Pueden sentir euforia u hostilidad en un mismo momento. Sufren una total desorganización conceptual.

Esquizofrenia residual: este tipo de esquizofrenia resulta de un episodio anterior de la enfermedad. Se trata de brotes residuales, que deben ser tratados y analizados comparando todo el historial del paciente.